El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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jueves, 11 de abril de 2024

Meditación de Kundalini-Yoga "Triángulo del conocimiento"

 

Triángulo del conocimiento

 La meditación del "triángulo del conocimiento" es una práctica que se enfoca en conectar la mente consciente con el conocimiento universal y la sabiduría interior. Esta meditación se realiza sentado en una postura cómoda con la columna vertebral recta y los ojos cerrados.

1. Desarrollo de la intuición: Al conectar con el conocimiento universal y la sabiduría interior, se fortalece la intuición y la capacidad de tomar decisiones desde un lugar más profundo de comprensión.

2. Claridad mental: Esta meditación ayuda a calmar la mente y a reducir el ruido mental, lo que conduce a una mayor claridad mental y una percepción más aguda.

3. Conexión con el ser interior: Facilita la conexión con el yo interior, permitiendo explorar y comprender mejor, aspectos de uno mismo que pueden estar ocultos o subyacentes.

4. Expansión de la conciencia: Al meditar sobre el triángulo del conocimiento, se expande la conciencia más allá de los límites de la mente individual, permitiendo experimentar una sensación de unidad con el cosmos y una comprensión más profunda de la existencia.

5. Alineación de los chakras: Esta meditación también puede ayudar a equilibrar y armonizar los chakras, los centros de energía en el cuerpo, lo que puede tener efectos beneficiosos en la salud física, emocional y espiritual.

La meditación del "triángulo del conocimiento" de Kundalini Yoga es una práctica que busca expandir la conciencia, conectar con la sabiduría interior y desarrollar la intuición, todo ello en aras del crecimiento personal y espiritual.






viernes, 8 de marzo de 2024

KAPITTHA MUDRA (Ayuda a estimular la libido)

 


KAPITTHA MUDRA (Ayuda a estimular la libido)

Este mudra aumenta la sensibilidad en general y se le considera útil para sanar la sexualidad, pues crea una conexión entre el corazón y la pelvis.

 Sirve para

 Representa la unión sexual y ayuda a estimular la libido y unirse emocionalmente con el compañero sexual, pues incrementa la devoción que sentimos por él o ella.

Practicar este mudra asiduamente contribuye a liberarse de los sentimientos de culpa y los pensamientos turbulentos con respecto a la sexualidad.

Este mudra es ideal para personas que entran en la hermosa fase de unión con la pareja o para aquellos que se sienten fríos en las relaciones debido al estrés y la ansiedad.

Cómo se hace:

Junta la punta de tu dedo índice con tu dedo pulgar y dobla el resto hacia el centro de la mano.

Puedes colocar el mudra izquierdo en el corazón y el derecho en el área de la pelvis.

Duración:

Puedes hacer este mudra durante 10 a 15 minutos o cuando sea necesario.

Beneficios:

Para la curación sexual que, de hecho, es la liberación de la culpa y de los sentimientos impuros en torno a la sexualidad.

Mejora de la sensibilidad.

Provoca la conexión entre el corazón y la pelvis.

Ayuda a desarrollar la devoción hacia la pareja.

Estimula la libido, mejora la sensibilidad y logra la unidad del corazón con la pareja.

 

 


martes, 5 de marzo de 2024

Meditación para la prosperidad

 

Meditación para la prosperidad

 La meditación para la prosperidad tiene como objetivo principal abrir la mente y el corazón hacia la abundancia en todas sus formas. Algunos beneficios específicos de esta práctica pueden incluir:

1. Cambio de mentalidad: Ayuda a cambiar la mentalidad de escasez a una mentalidad de abundancia, lo que puede influir positivamente en la forma en que percibimos y atraemos oportunidades y recursos en nuestras vidas.

2. Liberación de bloqueos emocionales y mentales: Puede ayudar a disipar bloqueos internos relacionados con la autoestima, la autovalía y la creencia en nuestra capacidad para prosperar.

3. Conexión con la energía universal: Somos parte de una energía universal interconectada. La meditación para la prosperidad busca alinear nuestra energía personal con esta fuente infinita de abundancia, creando así un flujo más armonioso de energía en nuestras vidas.

4. Aumento de la confianza y la creatividad: Al liberar miedos y limitaciones, esta práctica puede aumentar la confianza en uno mismo y estimular la creatividad, lo que puede llevar a la manifestación de nuevas oportunidades y proyectos en nuestras vidas.

La meditación para la prosperidad no solo se trata de atraer riqueza material, sino también de cultivar una sensación de plenitud y bienestar en todas las áreas de nuestra vida.





domingo, 3 de marzo de 2024

Dhyana Mudra (El mudra de la concentración)

 


DHYANA MUDRA

El Dhyana Mudra es el mudra de la meditación, de la concentración y del logro de la perfección espiritual.

Indica el equilibrio perfecto entre el pensamiento y el resto de los sentidos, y la tranquilidad.

Cómo se hace:

Las dos manos descansan sobre el regazo adoptando la forma de cuencos: la mano derecha encima de la izquierda mientras los pulgares se tocan suavemente y forman un triángulo.

Las manos y los brazos forman un círculo de energía cerrado, que también se corresponde con la posición de las piernas en la postura sentada de meditación.

Las mujeres ponen la palma de la mano derecha en el regazo apuntando hacia el cielo y colocan la mano izquierda encima de la palma derecha.

Los hombres ponen la palma de la mano izquierda en el regazo apuntando hacia el cielo y colocan la mano derecha encima de la palma izquierda.

 Sirve para:

Lleva a la meditación profunda

Ayuda a centrar y a encontrar el propio centro

Ayuda a progresar en la meditación

Purifica la mente y la libra de pensamientos continuos

Ayuda a alcanzar la paz

Fortalece los músculos del cuerpo, y activa la circulación de la sangre

Se activan los centros nerviosos lo cual puede mejorar problemas como el insomnio, la ansiedad, la irritabilidad y la depresión.

 Duración:

Mientras dura tu meditación.

Beneficios:

Aumenta la concentración

Promueva la sanación

Equilibra la mente

Aporta calma, tranquilidad y paz mental

 


jueves, 29 de febrero de 2024

Meditar en la cocina

 



Puede ser tan espiritual cocinar un estofado de lentejas como meditar. La clave está en la actitud y, sobre todo, en la presencia.

Si el pensamiento y la acción están presentes en la cocina, cocinando las lentejas, no hay ninguna diferencia con la actitud que se trata de mantener en la meditación: “Siempre presente”.

A fin de cuentas, la meditación tendría que ser una manera de vivir, no una actividad a la que dedicar unos minutos al día. Se trata de vivir el presente en los minutos de meditación y en las horas restantes del día.

 

viernes, 6 de octubre de 2023

Experiencias meditativas

 


Mis meditaciones siempre han sido un poco sosas. Las califico de sosas porque nunca me ha pasado lo que cuentan otros meditadores: que ven colores, imágenes, ojos y hasta escenas, que parecen, de otras vidas. Nunca he visto ni oído nada. Bueno, quizás exagero un poco, alguna vez sí que me ha pasado, pero, cuando me ha ocurrido, siempre he tratado de encontrar la razón lógica para que eso sucediera. Y siempre la encuentro. No hay nada que no encuentre la mente si, realmente, quiere encontrarlo. Podrá ser lógico o ilógico, pero a mí, en estos casos, siempre me satisface la explicación de la mente.

Sé que cualquier cosa que aparezca en la meditación tendrá el significado que yo quiera darle. Sé que lo que “veo” al meditar solo es el resultado del juego creativo de mi mente utilizando recuerdos que tiene almacenados en los cajones de la memoria o que pudiera estar recibiendo una respuesta a un estímulo recibido. ¡Qué más da! Lo importante es conseguir lo que se busca, serenidad en la mente, cesación del pensamiento.

Creo que bien podría haber sido, en otra vida, el apóstol de Jesús, Santo Tomás, quien tuvo que ver los agujeros que los clavos, que sujetaron a Jesús en la cruz, dejaron en las palmas de sus manos, para creer que era Jesús resucitado: "Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. Pues algo parecido me pasa a mí, con las experiencias de la meditación. Tengo que ver para creer. O ¿ya no tanto? Es posible que me esté volviendo más crédulo con la edad, aunque, ¡que más da lo que pase!, y ¡qué más da lo que crea! La vida no va a cambiar. Mi vida va a seguir por los mismos derroteros, ya vea una luz violeta en la meditación o lo vea todo negro.

La realidad es que todos creemos que hay “algo”, no visible, no tangible, al otro lado de la vida, y nos gusta, de alguna manera, contactar con ese “algo” y, rápidamente, le damos una explicación lógica a cualquier cosa “extraña” que nos ocurra y más, si es meditando.

Yo, también, creo que existe ese “algo”, pero, tengo muy claro que no va a estar cotilleando cada vez que una persona se sienta a meditar.

La meditación para mí

 


Para mí la meditación es tan necesaria como lo es la comida para el hambriento o el agua para el sediento. Es la ventilación que necesita mi mente para agitar y esparcir los pensamientos que se encuentran en una apelotonada espera para bajar a expresarse a mi cerebro y deja mi mente tan limpia como queda el ambiente después de una tormenta.

jueves, 31 de agosto de 2023

Experiencias meditativas

 



Mis meditaciones siempre han sido un poco sosas. Las llamo sosas porque nunca me ha pasado lo que cuentan otros meditadores: que ven colores, imágenes, ojos y hasta escenas, que parecen, de otras vidas. Nunca he visto ni oído nada. Bueno, quizás exagero un poco, alguna vez sí que me ha pasado, pero, cuando me ha ocurrido, siempre he tratado de encontrar la razón lógica para que eso sucediera. Y siempre la encuentro. No hay nada que no encuentre la mente si, realmente, quiere encontrarlo. Podrá ser lógico o ilógico, pero a mí, en estos casos, siempre me satisface la explicación de la mente.

Sé que cualquier cosa que aparezca en la meditación tendrá el significado que yo quiera darle. Sé que lo que “veo” al meditar solo es el resultado del juego creativo de mi mente utilizando recuerdos que tiene almacenados en los cajones de la memoria o que pudiera estar recibiendo una respuesta a un estímulo recibido. ¡Qué más da! Lo importante es conseguir lo que se busca, serenidad en la mente, cesación del pensamiento.

Creo que bien podría haber sido, en otra vida, el apóstol de Jesús, Santo Tomás, quien tuvo que ver los agujeros que los clavos, que sujetaron a Jesús en la cruz, dejaron en las palmas de sus manos, para creer que era Jesús resucitado: "Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. Pues algo parecido me pasa a mí, con las experiencias de la meditación. Tengo que ver para creer. O ¿ya no tanto? Es posible que me esté volviendo más crédulo con la edad, aunque, ¡que más da lo que pase!, y ¡qué más da lo que crea! La vida no va a cambiar. Mi vida va a seguir por los mismos derroteros, ya vea una luz violeta en la meditación o lo vea todo negro.

La realidad es que todos creemos que hay “algo”, no visible, no tangible, al otro lado de la vida, y nos gusta, de alguna manera, contactar con ese “algo” y, rápidamente, le damos una explicación lógica a cualquier cosa “extraña” que nos ocurra y más, si es meditando.

Yo, también, creo que existe ese “algo”, pero, tengo muy claro que no va a estar cotilleando cada vez que una persona se sienta a meditar.

Y un día comencé a meditar

 


     Recuerdo que comencé a meditar 10 minutos diarios para tratar de dominar el pensamiento, según decían los especialistas, y liberarme de un estrés, que cada día iba en aumento, motivado por un trabajo de lo más demandante, que me mantenía ocupado o pendiente del teléfono las 24 horas del día.

Como los 10 minutos iniciales de meditación parece que surtían, en mí, algún efecto, serenándome durante un tiempo razonable, decidí ir ampliando ese tiempo, dedicado “a la nada”, porque eso es la meditación para mí, hacer nada, no pensar, solo ser.

Los objetivos que quería conseguir eran, por un lado, mantener la serenidad ante cualquier situación y, por otro, no sentir el miedo o la ansiedad que se apoderaban de mí cada vez que sonaba el teléfono, a altas horas de la madrugada, para informarme de algún problema grave, que era siempre la razón de la comunicación.

Trabajaba en una empresa de telecomunicaciones y yo era el responsable de la instalación, mantenimiento y funcionamiento de las líneas telefónicas de la mitad de una provincia. Era un trabajo apasionante y muy estresante, que se agravaba los días en que la naturaleza nos regalaba una tormenta con una buena cantidad de rayos. Cada rayo podía llevarse por delante un buen número de líneas telefónicas, por lo que durante todo mi tiempo de trabajo activo no pude disfrutar de la belleza de las tormentas o de un buen chaparrón, ya que, para mí, eran como un castigo enviado por Dios que, además de trastocar mi tiempo, iba a mandar a mi provincia a la cola del ranking nacional en la calidad del servicio.

Pasé de 10 a 20 minutos de meditación y, de una vez al día a dos veces. Y se fue incrementando hasta el día de hoy, 30 años después, que medito entre 3 y 6 horas diarias. Es cierto que mi nueva ocupación lo requiere, ya que soy sanador espiritual y la sanación se realiza a través de mi meditación.  

Para mí la meditación es tan necesaria como lo es la comida para el hambriento o el agua para el sediento. Es la ventilación que necesita mi mente para agitar y esparcir los pensamientos que se encuentran en una apelotonada espera para bajar a expresarse a mi cerebro y deja mi mente tan limpia como queda el ambiente después de una de esas tormentas que antes tanto me mortificaban.

viernes, 10 de febrero de 2023

Meditación: Creando autoamor

 

La meditación "Creando Autoamor" en Kundalini Yoga es una práctica destinada a cultivar el amor propio y la autoaceptación. Esta meditación se enfoca en dirigir pensamientos y energía hacia uno mismo con el fin de fortalecer la relación interna y promover la autoestima positiva.

 Al practicar la meditación "Creando Autoamor", se pueden experimentar beneficios como:

1. Mayor autoestima: Al dirigir amor y energía hacia uno mismo, se fortalece la percepción positiva de uno mismo y se construye una mayor confianza en uno mismo.

2. Aceptación personal: Esta meditación ayuda a cultivar la aceptación de uno mismo tal como es, con todas sus virtudes y defectos, fomentando la compasión y el perdón hacia uno mismo.

3. Sanación emocional: Al dedicar tiempo para nutrir el amor propio, se pueden sanar heridas emocionales pasadas y liberar bloqueos emocionales que puedan estar interfiriendo con la capacidad de amarse a uno mismo.

4. Equilibrio emocional: La práctica regular de esta meditación puede ayudar a mantener un equilibrio emocional saludable, reduciendo la autocrítica y promoviendo la autoaceptación incondicional.

La meditación "Creando Autoamor" es una práctica valiosa para fortalecer la relación con uno mismo, promover la autoestima positiva y cultivar un profundo amor propio.


miércoles, 11 de enero de 2023

Meditación: Removiendo el miedo al futuro

 

Removiendo el miedo al futuro

 La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica destinada a ayudar a superar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro. Esta meditación se centra en liberar las preocupaciones sobre lo desconocido y en cultivar una actitud de confianza y aceptación hacia lo que vendrá.

Al practicar la meditación "Removiendo el Miedo al Futuro", se pueden experimentar varios beneficios específicos:

1. Reducción del estrés y la ansiedad: Esta meditación ayuda a calmar la mente y el sistema nervioso, reduciendo la activación del sistema de respuesta al estrés que puede ser desencadenado por el miedo al futuro.

2. Cultivo de la confianza: Al enfrentar el miedo al futuro de manera consciente y deliberada, se puede cultivar la confianza en uno mismo y en la capacidad de manejar lo que vendrá, independientemente de las circunstancias.

3. Desarrollo de la aceptación: Esta meditación fomenta la aceptación de lo desconocido y la comprensión de que el futuro es incierto, pero que se puede abrazar con confianza y apertura.

4. Enfoque en el presente: Al liberar las preocupaciones sobre el futuro, esta meditación ayuda a centrarse en el presente y a encontrar la paz y la plenitud en el momento presente, en lugar de preocuparse por lo que está por venir.

La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica poderosa para liberar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro, promoviendo la confianza, la aceptación y el enfoque en el presente.





martes, 10 de enero de 2023

Meditación: Libérate del miedo

 

Libérate del miedo

 La meditación "Libérate del Miedo" es una práctica destinada a ayudar a liberar y superar los miedos que pueden estar presentes en la mente y el cuerpo. Esta meditación se enfoca en trabajar con la respiración, el movimiento y la concentración para disolver los patrones de pensamiento y comportamiento basados en el miedo.

Al practicar la meditación "Libérate del Miedo", se pueden experimentar varios beneficios específicos:

1. Transmutación del miedo: Esta meditación utiliza técnicas específicas para transformar y liberar la energía del miedo que puede estar atrapada en el cuerpo y la mente, permitiendo una sensación de liberación y alivio.

2. Fortalecimiento emocional: Al enfrentar conscientemente los miedos y trabajar para liberarlos, se fortalece la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida con valentía y determinación.

3. Mayor claridad mental: Al liberar los miedos que pueden nublar la mente y obstaculizar la toma de decisiones claras, se promueve una mayor claridad mental y una sensación de calma interior.

4. Promoción del bienestar general: Al liberar el miedo y la tensión asociados, esta meditación puede contribuir al bienestar general, tanto físico como emocional, permitiendo una sensación de paz y equilibrio.

La meditación "Libérate del Miedo" es una práctica poderosa para liberar y superar los miedos, promoviendo el crecimiento personal, la claridad mental y el bienestar emocional.




martes, 27 de diciembre de 2022

La aventura de la vida

 


         La vida nos va enviando mensajes para poder seguir, con la menor dificultad posible, la ruta idónea por la que transitar en esta apasionante aventura que es la de encontrarse dentro de  un  cuerpo.

          Es bien cierto que sería, muchísimo, más fácil si el cuerpo dispusiera de un manual de instrucciones como el que acompaña a cualquier artefacto que se precie, aunque también es posible, que de existir el manual no lo leyéramos como hacemos con tantos y tantos manuales de instrucciones que pasan por nuestras manos.

Pero no, hemos llegado sin manual, y todo el aprendizaje ha de hacerse en base a imitar, como los monitos, el hacer de otros que llevan tiempo viviendo la aventura o, utilizando el conocido método de la prueba y el error o, y esto es lo novedoso, novedoso porque nadie nos lo enseña, el escuchar los mensajes que va enviando la misma vida y tratar de seguir esas instrucciones, no escritas, pero si sentidas.

Es muy didáctico sentarse en la puerta de la vida y ver cómo van desfilando el resto de vidas que te acompañan en esta aventura por delante de ti. Es entonces cuando se es consciente de la gran disparidad de vidas que pueden coexistir. Tantas como seres, tantas como almas encarnadas. Y es sorprendente comprobar como ante idénticos acontecimientos cada vida reacciona de diferente manera, ya que cada persona lo percibe, lo piensa y lo siente de diferente manera, en función de su evolución y de su madurez. En definitiva, lo vive en función del punto en el que se encuentra en su camino hacia Dios y, por lo tanto, es más que probable que no sirva la misma solución para problemas que parecen similares.

Aunque se puede recetar o aconsejar la misma receta para solucionar problemas idénticos, está claro, y la experiencia nos da infinidad de pruebas, de que la misma solución no sirve para solucionar lo que parece un mismo problema, por la sencilla razón de que el problema varía en múltiples formas cuando se vive por una u otra persona.

Pero hay una receta que no falla, es el mensaje que el alma hace llegar al cuerpo que la alberga. El alma sabe la razón por la que la persona está viviendo uno u otro acontecimiento, sabe cuando liberarse de él y cómo hacerlo. Solo hay que escuchar esos mensajes del alma, sin embargo, por múltiples razones, esos mensajes parece que no llegan a su destino.

O, puede ser que sí lleguen, pero que no se escuchen, porque no se está acostumbrado a escuchar el “siseo” del alma. ¡Habla tan bajito! que cuesta escuchar. Y si, por casualidad, escuchamos, podemos no hacer ningún caso porque parece que una nueva locura ha atravesado por nuestro cerebro. Porque el “siseo” del alma suele ser eso que denominamos intuición y no estamos acostumbrados a seguir las intuiciones, que no son otra cosa que los dictados del corazón, que es quien traduce los “siseos” del alma.

Lo mejor es sentarse en silencio, sin hacer, sin pensar, solo respirar, solo ser, solo estar. Y así parecerá que los siseos se acrecientan hasta parecer gritos, y a la persona no le va a quedar más remedio que seguir la ruta que los gritos van marcando.   

lunes, 19 de diciembre de 2022

Sanar el cuerpo, sanar las emociones

 


              Los conceptos sanación y crecimiento, sanación y expansión de la conciencia, o sanación y construcción del carácter, no suelen ir habitualmente unidos. Es posible, en algunas ocasiones, que algunos terapeutas y sanadores, los unan, de alguna manera, cuando recomiendan a la persona que ha de realizar algún tipo de trabajo interior para recuperar su salud, al menos, su salud emocional.

              Pero cuantas enfermedades, cuantos sufrimientos, cuanta infelicidad, cuantos desequilibrios emocionales y cuantos problemas mentales, se podría ahorrar el género humano si nos enseñaran a buscar nuestro equilibrio interior, antes o a la vez que aprendemos a leer y a escribir.

              Nacer, crecer, envejecer y morir, es un ritmo continuo, y aunque para cada persona es una experiencia nueva, única e irrepetible, estamos en el mundo tan acostumbrados a ese fluir, que no suele afectarnos mucho el paso por cada una de estas estaciones hasta que nos toca transitarla personalmente. Y en este fluir continuo de la vida casi nadie se plantea que exista otra manera de vivir distinta a como se viene aprendiendo hace miles o millones de vidas. Vivimos para subsistir, ignorantes de nuestra procedencia, de nuestro destino, del camino a transitar e ignorantes del vehículo necesario para dicho transito.

              En cada uno de los ritmos de la vida, se intercala con frecuencia otro concepto, que es la enfermedad y, en el mismo aprendizaje, nos enseñan que las enfermedades se sanan, normalmente ingiriendo diversos productos. Unos abogan por productos químicos y otros por productos naturales, pero en casi todos los casos hay que ingerir algo para contrarrestar la enfermedad, muy pocos hablan de equilibrio interior como remedio sanador y, mucho menos, como remedio inhibidor de la enfermedad.

              Son pocos los que se han planteado que en vez de atacar la enfermedad se podría prevenir. Y aunque parezca que, en la actualidad, hay más seguidores de esta teoría, solo es un espejismo y palabrería que se utiliza como fachada de evolución en las redes sociales.

              Sin embargo la búsqueda y la consecución del equilibrio interior es la mejor medicina para atacar la enfermedad y, aun más, es el mejor inhibidor de enfermedades. 

              El amor, la felicidad, la paz, la serenidad, la alegría son estados que el ser humano busca afanosamente en el exterior, como todo. Para el ser humano no existe un interior, y ni tan siquiera comprende que el amor, por ejemplo, sea una energía y no sea una emoción generada por el contacto con otra persona. Como no comprende que el primer ser objeto de esa energía de amor ha de ser él mismo. Cree que esto, tal como se lo han enseñado, es egoísmo.

Es este planteamiento erróneo la base que va a sustentar la enfermedad. No sabe que el amor es energía, no sabe que se encuentra en su interior, no sabe que ha de amarse a sí mismo, y valorarse, y respetarse. No sabe que cualquier cosa que se encuentra en el exterior tiene fecha de caducidad. Por lo tanto, se “enamora”, hasta que un día dice que se acaba el amor, (El Amor, el auténtico Amor no se acaba nunca. Si alguien dice que se acabó el amor es que nunca ha amado), y ha de finalizar su relación. Eso le causa un dolor intenso, que no es más que energía, y como nadie le ha enseñado a manejar las emociones y vivir en el presente, recuerda el hecho de su separación un minuto tras otro, generando una energía que emponzoña todo su cuerpo energético. Esa mugre energética es la que va a ir alimentando su cuerpo y poco a poco enfermándolo. A partir de aquí le recetarán pastillas para que se olvide del hecho, pastillas para la ansiedad, pastillas para dormir y así una pastilla tras otra.

              Con lo fácil que hubiera sido si, de pequeñito, le hubieran explicado que es un alma, que tiene que activar su centro del amor por él mismo, que ha venido justamente a aprender a realizar esa activación para amar a toda la humanidad. Que en su aprendizaje se encontrará con otras personas con las que formará pareja una temporada para realizar una tarea determinada y que, normalmente, esa relación finalizará un día, y que gracias a su amor, a su respeto y a su generosidad, será una separación, no traumática, en la que se mantendrá el amor, sin dolor y sin sufrimiento.

              Ya que no nos han enseñado esto de pequeños, podemos intentar aprenderlo ahora. Podemos comenzar a realizar ese viaje a nuestro interior, y ese viaje comienza con el silencio. Con el silencio mental. Tienes que empezar a dominar tus pensamientos, tienes que aprender a vivir el “ahora”. Es difícil, es muy difícil, es dificilísimo. Te digo esto para que no pienses que te vas a sentar a silenciar la mente y lo vas a conseguir en un minuto. No. Es una tarea que no se consigue en mucho, en muchísimo tiempo, e incluso no se si se llega a conseguir alguna vez completamente.

              Pero mejor empezar. Cuanto más tarde se empiece más tiempo seremos infelices.

              Empieza por hacer algo muy sencillito. Se consciente de tu respiración:

  • Siéntate. Con los pies bien apoyados en el piso.
  • Deja las manos encima de los muslos con las palmas mirando arriba. (Déjate de mudras, solo vamos a aprender a respirar).
  • Cierra los ojos o déjalos una décima parte abiertos, para que entre un poco de luz y enfoca la mirada en la punta de la nariz.
  • Coloca la punta de la lengua tocando el paladar.
  • Trata de respirar por la nariz, tanto la inhalación como la exhalación.
  • Trata de hacer una respiración abdominal. El abdomen se infla cuando inhalas y de desinfla cuando exhalas. (Así respirarás menos veces que si haces una respiración clavicular. Y al respirar más lento se reducirá tu metabolismo y eso hará que los pensamientos aparezcan también más lentamente).
  • Como a la segunda o tercera respiración ya vas a estar enganchado a algún pensamiento, para que eso no pase cuenta las respiraciones: Inhala 1, exhala 2, inhala 3, exhala 4, y así sucesivamente.
  • Cuando te des cuenta de que estás pensando vuelve a comenzar por uno.
  • A ver hasta cuanto llegas.
  • Con quince minutos cada día, de momento, tienes suficiente.

 

Muy bien. Estás meditando.

 

              

jueves, 24 de noviembre de 2022

Una meditación sencilla

 


Una meditación sencilla:

Siéntate, con los pies bien apoyados en el piso.

Si no tienes problemas de espalda no te apoyes es el respaldo de la silla.

Las manos en Dhyani-Mudra: Descansan en el regazo adoptando la forma de cuencos. La mano derecha encima de la izquierda mientras se unen la punta de los pulgares.



Cierra los ojos y coloca la punta de la lengua tocando el paladar.

Respira por la nariz, tanto para inhalar como para exhalar. Y haz una respiración abdominal. (El abdomen se infla cuando inhalas y se desinfla cuando exhalas). Respira lenta y suavemente, sin forzar.

Durante 5 minutos por la mañana y otros cinco por la tarde, mantén la atención en la respiración.

Y vete repitiendo en tu interior: Yo Soy el alma, Yo Soy paz, Yo Soy la resurrección y la vida.