El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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miércoles, 26 de julio de 2017

Radiografía del alma

           Luz, vivía una vida de estrés, y solicitó cita para una terapia. Después de la terapia, la receté veinte minutos diarios de meditación, que no siguió al pie de la letra, sino que, saltándose la receta, llegaba a meditar cada día, no menos de hora y media. Me decía que se lo pedía el cuerpo y el alma.

         Y como ella misma explica en el libro que estamos escribiendo: “Casi de inmediato dejé las pastillas para dormir, las migrañas cesaron por completo, el cardiólogo me bajo la dosis de la pastilla para el corazón, de 100mg a 1,25mg, el bruxismo desapareció, el colon irritable solo aparecía en escasas ocasiones y así con cada dolencia causada por el estrés”.

          Después de cinco terapias, y antes de darle el alta, quiso hacer una regresión.

En esa regresión primero, y en sus meditaciones posteriores después, descubrimos un “don” en ella, que hasta entonces permanecía oculto: “Es médium”. Puede contactar con las almas al otro lado de la vida. Con almas de personas vivas, con almas de personas que han dejado su cuerpo, con Maestros Ascendidos, con Ángeles y con Arcángeles. Puede viajar por otras vidas, no solo suyas, sino también por las vidas anteriores de cualquier persona.

Después de un poco de práctica, los Maestros, (Jesús, María, Buda, Djwhal Khul, Kuthumi, etc.), comenzaron a dar, en un principio pinceladas de mensajes, que con el tiempo fueron haciéndose más que pinceladas. Nos han hablado del Amor, de la aceptación, del perdón, de la bendición, etc.

Así supimos que su “don” es una herramienta para ayudar a las personas a completar el trabajo para el que decidieron nacer, a encontrar también, “su camino de vuelta a casa”, y sobre todo para encontrar los vehículos en los que tienen que recorrer ese camino: La Aceptación y el Amor. Pero, en ningún caso, es una herramienta para la adivinación, porque ni Ellos mismos saben lo que va a suceder. Es la persona, quien haciendo uso de su libre albedrío, determina su futuro.

Como sanador, con veinte años de experiencia, en sanación y regresiones, tengo que reconocer, por desagradables experiencias anteriores, que nos costó un poco, bueno, un poco bastante, de creer y asimilar lo que estaba ocurriendo. Al final no nos quedó más remedio que creer, nos tuvimos que rendir a la evidencia.

Ahora estamos trabajando conjuntamente, siguiendo las pautas recibidas de los Maestros, de escribir un libro para explicar la razón de muchos de los “porqués” que se hacen la mayoría de los seres humanos: ¿Por qué no tengo pareja?, ¿por qué mi hijo ha nacido con esta disfunción?, ¿por qué siempre me encuentro con el mismo tipo de personas?, ¿por qué a mí Señor?, etc., etc., etc.

El libro está muy encaminado, y hemos recibido autorización, para abrir la conexión con las almas a todas aquellas personas que tengan un “porqué” en su vida, al que no sepan o no se atrevan a responder, y tengan curiosidad por conocer la respuesta a ese por qué. (Bueno, en realidad la respuesta la saben, porque está en su corazón, pero por si no han conectado con su interior, o necesitan confirmación, estamos a su disposición).

Lo estamos haciendo de la siguiente manera. La persona nos envía las preguntas vía mail, (estamos en Lima-Perú), y nosotros enviamos las respuestas por el mismo medio. Como seguro que las respuestas originan nuevas repreguntas, nos vuelven a enviar las nuevas preguntas. Tanto las primeras preguntas como las que surjan con posterioridad estarán todas incluidas en los 100 $, que es el coste de la consulta. 

Como trabajamos vía e-mail, pueden contactar con nosotros desde cualquier parte del mundo.

Pueden ponerse en contacto al e-mail: alvaga88@gmail.com

Para que se hagan una idea de que se van a encontrar, les transcribo un esbozo de uno de los capítulos del libro que les comentaba en un párrafo anterior. Son dos de las conversaciones, (literal, sin retoques), mantenidas con el alma de Alessia Coppola, (una paciente), y con el Maestro de Alessia. (Aunque hemos comprobado que puede aparecer cualquier Maestro, porque Todos saben todo de todos).



Alessia tiene 32 años. Es una mujer hermosa, pero según ella le sobran quince kilos. Es alegre, dispuesta, ayuda a sus amigos, es tierna, dulce y amorosa. Pero…, no tiene pareja y ella quisiera tener, porque ella misma dice, se le está pasando la edad.

Alessia Coppola
El conocimiento de uno mismo

Estoy con el alma de Alessia.
¿Te gustaría tener pareja Alessia?
            Si. Si quiero tener pareja.
¿Estás haciendo algo para tenerla?
            Creo que si, pero no mucho.
¿Por qué no mucho?
            Porque me doy por vencida.
Pero eres casi una niña todavía. ¿Sabes por qué no tienes?
No. (Luz dice que siente como vergüenza, timidez, pero ella no le dice nada).
Gracias Alessia.

Creo que nos iría bien hablar con su Maestro.
            Ya.
¿Cuál es la razón por la que Alessia no tiene pareja?
            No tengo respuesta.
¿Está contemplado en el Plan de Vida de Alessia?
            Estamos haciendo la pregunta equivocada.
¿Cuál es la pregunta correcta?, ¿Qué tiene que aprender Alessia en esta soledad?
Esa es la pregunta correcta.
Alessia debe aprender a conocerse para poder saber que es lo que quiere.
Ahora todos le parecen buenos candidatos, todos le parecen posibles, porque todos tienen buenas características, pero ella todavía no sabe lo que quiere, no se conoce a si misma lo suficiente, como para poder elegir con quien pasar el resto de su vida.
Hay mucha buena gente en el mundo y no por eso todos tienen que ser su pareja.
¿Cómo puede una persona, como Alessia, llegar a conocerse a si misma?
            Trabajando en si misma.
Trabajando ¿Cómo?
Hay muchas formas de aprender a conocerse a sí mismos. Los primeros guías son sus padres, si en algún momento pierden el rumbo, hay terapeutas que les pueden ayudar, y siempre está el camino de Dios, que también les va a ayudar al autoconocimiento.
Si una persona como Alessia pide ayuda y le indican el camino que tiene que recorrer, y no lo recorre, ¿qué?
            Es su decisión. Es el libre albedrío.
O sea, que, si seguimos enlazando, podemos decir que es su decisión no tener pareja, ya que no se conoce, y como no se conoce no sabe lo que quiere y no puede elegir.
            Pero podría conocerse.
¿Tiene algo que ver en la aceptación de su cuerpo? ¿Valorarse, respetarse?
Siempre.
Eso es fundamental.
Ahí está su conocimiento. Amarse a si misma, valorarse, respetarse, aceptarse. Pero eso también tiene que ver con conocerse.
Muchas veces los humanos transitan el camino sin conocerse, quejándose, quejándose siempre, y nunca se dan cuenta de cuál es la fuente de la queja real.
Todos quieren, quieren, quieren cosas, quieren amor, todos quieren, pero no miran hacia dentro para ver que es lo que les falta, lo que les falta dentro, que es lo que está funcionando mal para que no les llegue lo que creen que les falta fuera.
A “este lado” estamos dispuestos a darles todo lo que quieren, pero muchas veces, lo tienen delante de sus ojos y no lo pueden ver. Y no lo pueden ver, porque no se pueden ver a si mismos por dentro.
(Luz: Aquí tuve la visión de una señorita caminando, mirando hacia abajo, y muchos jóvenes guapos, quienes parecían tener un vínculo estrecho con ella, y ella ni siquiera los notaba. La enseñanza de esto es que, si no puedes reconocer el amor en ti, mucho menos podrás reconocerlo afuera).
¿Conocerse a uno mismo lleva implícito saber que somos un alma y somos hijos de Dios?, o ¿nos estamos refiriendo a conocerse emocionalmente en la Tierra?
            Conocerse en la Tierra.
El conocimiento de lo que es en la Tierra ¿le puede llevar al conocimiento de que es un alma?
Si. Todo es un proceso, puede que sea en esta vida o puede que no. Primero tiene que trabajar con sus emociones terrenales.
¿Podemos incluir a Alessia en el libro con el título de conocerse a si mismo?
Si
¿Hay algo más que podamos saber o nos ayude?
Ámense los unos a los otros como yo los he amado.

Nuevo encuentro con el alma de Alessia

¿Realmente amas tu cuerpo?
Mi cuerpo es una lucha constante. Siempre estoy tratando de cambiarlo, de mejorarlo, pero es muy difícil. No puedo.
En lugar de tratar de cambiar el cuerpo, ¿No sería más fácil aceptarlo?
            No.
¿Podemos hacer algo?
            Me falta amor propio
¿Te has rendido, has arrojado la toalla?
No. Estoy buscando alternativas, pero ninguna me convence del todo
Te falta la alternativa de amarte.
Estoy buscando alternativas para que me enseñen ese camino. Pero cuando pienso en terapia psicológica, no estoy preparada para eso.
Siento cansancio, cuando pienso en esas cosas.
¿Por qué has elegido este cuerpo?
            Porque tengo que aprender a amarme tal cual soy.
Pero no lo estás haciendo.
Pero estoy aceptando la posibilidad de una terapia para comenzar el camino.
Hay algo que quieras decir para que te lo contemos aquí abajo en la Tierra.
            Parezco una persona alegre, pero estoy triste.
¿Alguna cosa más?
            No.
Gracias.

Queremos hablar con su Maestro.
            Acá está su Maestro
¿Sabemos quién es?
Si. Soy Kuthumi.
¿Qué se le puede decir a Alessia que sea como esa chispa que le haga amar su cuerpo y aceptarlo?
Ella es un alma hermosa, pero todavía no lo puede ver.
Su alma, incluso está cansada.
En la Tierra ella gasta mucha energía tratando de disimular quien es, porque ella misma no se acepta, y entonces eso la desgasta mucho, y está en un círculo del que la va a costar mucho salir.
Tiene mucha tristeza dentro, le cuesta avanzar.
Independientemente de que tenga que aprender a amarse y aceptarse, ¿cuál es su misión importante, o su misión espiritual en esta vida?
            Creo que todavía eso no lo pueden saber.
¿Sería bueno decirle esto que estamos hablando?
Me está mostrando una y otra vez lo mismo, la tristeza que tiene ella en la que está atrapada.
No creo que pueda avanzar en nada si no saca esa tristeza.
¿Cómo puede sacar esa tristeza?
El problema es que ella misma se está engañando con una falsa alegría.
Tiene miedo a la noche, tiene miedo porque es el momento en el que está sola, sin ruido, sin gente, sin nadie a quien agradar, porque es el momento donde se encuentra con ella misma.
Es muy triste, pero, sin embargo, la ves y no parece triste. Se muestra alegre, sin preocupación.
Necesita un trabajo constante y profesional para que le puedan ayudar a elevar su autoestima, para conocerse y ver la persona linda que es.

Una vez que ella logre ver un poco de esto, sería interesante que ella comience a hacer un trabajo espiritual, para terminar con la sanación.

martes, 29 de marzo de 2016

La evolución del hombre (II)

La división más simple con la que nos podemos encontrar, en función de nuestra evolución es:
-      Los que se acercaron a Dios.
-      Los que siguen separados.

En el grupo de los que se acercaron a Dios están las almas que han finalizado su recorrido en la materia y ya se han unido a Dios o están cerca de hacerlo completando su trayecto en otros planos de existencia, y están también esas otras almas que se han quedado para ayudar a los que siguen en su proceso, entre los que se encuentran los Maestros por todos conocidos, en mayor o menor medida, aunque solo sea de nombre: Buda, El Morya, Hilarión, Jesús, María, Saint Germain, Djwhal Khul, Koot Hoomi, etc.

Como la Creación no ha finalizado, sino que es algo vivo y permanente, en el segundo grupo, de los que viven separados de Dios, permanecen una variopinta variedad de almas, desde los que están iniciando su recorrido hasta los que están próximos a finalizarlo, todos ellos trabajando en su evolución, con más o menos conciencia, e incluso sin conciencia de lo que están haciendo, pero todos tratando de volver a Dios.

Por lo tanto podríamos definir la evolución del ser humano como la distancia en la que el alma se encuentra separada de Dios.


         Antes de seguir con la evolución permitirme un aparte sobre Dios. Dios tiene que ver con el alma, con la espiritualidad, pero nada que ver con religión, con ninguna religión. Ha habido terribles dictadores en países católicos que iban a misa y a comulgar después o antes de firmar sentencias de muerte de seres humanos cuyo delito era pensar de diferente manera. Ningún delito, incluso los actuales de terrorismo, puede ni debe pagarse con la vida, eso sería ponerse al nivel de los asesinos, y estamos aquí para recordar, pero nunca para arrebatarnos la vida unos a otros, por muy loable que parezca la causa y por muy deleznable que haya sido el acto. Como reflexión: ¿Qué diferencia existe entre los dirigentes de los diferentes países que están bombardeando Siria, de uno u otro bando, y los dirigentes de países que no los acogen y los confinan en campos que llaman de refugiados?, ninguna diferencia, y lo más triste es que a ninguno de ellos, ni a los que disparan con bombas, ni a los que disparan con palabras, les van a aplicar ningún tipo de pena.

         Pero sigamos con la evolución: Los seres humanos somos según la energía que hay en nuestros chakras. Por lo tanto la evolución implica un cambio en nuestro sistema energético, porque cuando hablamos de orgullo, o de perdón, o de paciencia, o de compasión, estamos hablando de energía.

         Esta entrada solo trata sobre la evolución en general, no de cómo evolucionar, porque eso no supondría un post, eso implicaría editar una enciclopedia. Ya existen cientos de libros de autoayuda, que no es más que explicar aspectos de la evolución, y en muchos casos de cómo trabajar para ir creciendo. Sigue las instrucciones del libro que más te agrade y avanzarás en tu crecimiento. Pero recuerda que leer solo no es suficiente, ya que la evolución no es amasar conocimiento, sino ser cada día mejores y ser capaces de corregir los propios defectos.

         Pero como no puedo resistirme  a dejar pasar la oportunidad de ofrecer alguna sugerencia para acelerar nuestro proceso de acercamiento a Dios, permitirme solamente el enunciado de tres puntos:
1.    Localiza tus defectos que no son más que señales de cuan separado estás de Dios. Cuanto más cerca de Dios menos defectos. Cuanto más cerca de Dios más amor.
2.  Permanece atento para ver cuando salen a la luz, y de manera consciente cambia eso que intenta salir por la virtud contraria.
3.    Y medita. Pero recuerda que la meditación por sí sola no es suficiente, ya que la meditación es como un abono. Con el abono lo mismo crece lo bueno que lo malo que hay en ti, por eso hay que ir eliminando lo malo, de manera consciente.


Continuará………….


jueves, 3 de diciembre de 2015

Guías para la vida física (y 2)


Qué diferente sería la vida si nos enseñaran desde la cuna que somos hijos de Dios, que venimos de Él y a Él hemos de retornar. Qué diferente sería la vida si nos enseñaran desde la cuna que todos somos hermanos. Que diferente sería la vida si nos enseñaran a amar, a compartir, a aceptar y a respetar. Es muy posible que no hubiera guerras, que no hubiera hambre, que no hubiera discriminación, y todos nos ahorraríamos un buen número de encarnaciones que en la actualidad resultan inútiles o con un ínfimo crecimiento.

Pero no es así, y el camino, ya de por sí difícil de recorrer, se nos hace también difícil de encontrar. ¡Qué difícil nos lo hemos puesto! Los seres humanos tenemos un punto de masoquismo importante, nos gusta sufrir, ya que a pesar de que digamos que no, los hechos demuestran lo contrario: Nuestra felicidad es el sufrimiento, ya que permanecemos anclados en él un día tras otro, sin hacer absolutamente nada; nuestra felicidad es contar a diestro y siniestro lo mal que nos encontramos, en lugar de trabajar para salir de ese dolor; nuestra felicidad es encontrar los fallos de los demás en lugar de trabajar para eliminar los nuestros. Somos realmente un espécimen raro.

El caso es que después de muchas vidas de sufrimiento, algo dentro de nosotros nos dice que “a lo mejor hay otra forma de vivir”, porque nos lo cuentan otros o porque leemos algo que llama nuestra atención, y a partir de ahí comienza a desempolvarse el recuerdo.

Ese trabajo de recordar quienes somos, lo podemos hacer solos o en compañía. Con independencia de que el camino lo hemos de recorrer en soledad, podemos tener algún instructor que nos indique cuales son los pasos a seguir.




De la misma manera que un guía turístico tiene que conocer el camino, las peculiaridades, los monumentos, los lugares donde poder hacer las necesidades físicas, las tiendas para comprar recuerdos y los museos de aquello que va a mostrar a sus acompañantes, de la misma manera que el maestro de escuela o el profesor de universidad tienen que haber demostrado sus conocimientos para ejercer sus profesiones y conseguir una plaza, los guías espirituales también tienen que haber recorrido el mismo camino que van a enseñar a los que se van a iniciar en el camino de vuelta a Dios.

Pero como en ese camino de retorno a la casa del Padre hay múltiples estaciones, es normal que los guías estén especializados en cada una de las distintas etapas del recorrido.

Hemos de tener presente que todos los que estamos en la vida estamos recorriendo el mismo camino, los guías también. Ninguno de ellos ha realizado el camino en su totalidad, pero si es necesario que para enseñar un tramo lo haya recorrido, si por ejemplo, el camino tuviera veinte tramos, el guía que nos enseñe el tramo número quince, lo normal es que él ya haya pasado por ese tramo, para conocer cuáles son los puntos en los que se van a encontrar las mayores dificultades, para conocer las bondades de ese tramo, para conocer como enlazar con el tramo siguiente.

Ya tenemos claro que el camino no se recorre en una sola vida, y que necesitamos cientos de vidas para encontrarlo y unas cuantas más para transitarlo. Por eso, en cada vida nos vamos a encontrar con uno o varios maestros, que puede que nos parezcan definitivos, pero que por supuesto no lo son; puede incluso que ellos mismos crean que son auténticos maestros. Desconfiad de los que se presentan como tal.

Se conoce a un auténtico maestro, a un maestro definitivo porque su cualidad es el Amor. El Amor en todas las facetas de su vida tanto en su vida pública como en su vida privada. Existen, pero se pueden contar con los dedos de una mano y no es habitual encontrárselos en mitad de la calle. De cualquier forma, no todos estamos preparados para tener un maestro así. Si que podemos escuchar sus palabras, recibir sus conocimientos, leer sus libros o sentir su energía, asistiendo a algún encuentro con ellos, pero no será definitivo para nosotros porque nuestro trabajo es muy posible que se esté desarrollando en otro tramo del camino, lejos de la última etapa.

Mientras tanto sigamos trabajando y siguiendo las instrucciones de los guías de “mitad del camino”, en las clases de yoga, asistiendo a encuentros de oración o meditación, realizando cursos y talleres, leyendo. Pero sin descuidar ni un solo día nuestra práctica personal. Nuestra práctica es la auténtica maestra porque es ella la que nos va a llevar en volandas a la finalización del camino en la vida física.  

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Guías para la vida física


Ya sabemos que existen Guías, Maestros y Ángeles que nos ayudan desde el otro lado de la vida. Pero……, muy pocos son los que sienten esa mano que les guía y que les impele a hacer una cosa en detrimento de otra. Es normal, es un tacto que no se siente porque toca en el corazón, es una información que aunque afecte a la vida física guarda una estrecha relación con el alma.

La ayuda que necesitamos los seres humanos no puede ser algo sutil, porque no entendemos de sutilezas, y la mente se encarga de desmontar cualquier sutileza que no sea científicamente demostrable, que no sea económicamente rentable y que no sea físicamente satisfactorio. Las satisfacciones del alma no puede entenderlas el ego, aunque, por supuesto, si podría disfrutarlas si tuviera la valentía de viajar hacia su interior, pero ese viaje es difícil de realizar y es muy improbable que se produzca, ya que el secreto de la vida es precisamente ese viaje.

Por lo tanto necesitamos una ayuda mucho más tangible, mucho más solida, tan sólida y tangible como nuestro cuerpo físico. Necesitamos que nos lo expliquen con palabras, necesitamos que lo repitan una y mil veces, porque novecientas noventa y nueve podemos tener la mente ocupada por otros asuntos, inútiles, pero ocupada; necesitamos que nos impongan algún castigo para que el ego tenga algún aliciente, el aliciente de no ser castigado, ya que para él acercarse a Dios no es aliciente suficiente, necesitamos un ranking en el que veamos reflejado nuestro nombre, cuanto más arriba mejor, para satisfacer nuestro orgullo, o si no hay ranking, que la persona que nos guíe deleite nuestros oídos con las bondades de nuestro crecimiento.


Todo esto solo lo puede hacer otro ser humano. Por lo tanto, bien podemos calificar a estos guías como “guías espirituales”.

  La característica principal que deberían de tener estos guías o instructores, seria tener asumido e integrado ellos mismos la cualidad que tratan de explicar a sus acólitos, sea la que fuere. En un principio, teniendo en cuenta que la principal enseñanza es el acercamiento a Dios, cabe suponer que los representantes de las diferentes ideologías religiosas serian las personas más idóneas para tal cometido, pero no es así. Ellos son buenos, salvo excepciones, para los niveles más bajos de la enseñanza, pero no para los niveles más altos, porque les falta lo esencial, les falta el Amor.  

La enseñanza que nos acerca a Dios, tiene como en cualquier otro tipo de enseñanza varios niveles o cursos, y esta enseñanza es independiente de las materias de la enseñanza para la vida. La enseñanza para la vida espiritual no debería estar deslindada de la enseñanza para la vida física, pero desgraciadamente si lo está. En la familia y en la enseñanza para la vida, enseñan temas religiosos, que no espirituales,  es por lo tanto la persona la que una vez alcanzada la edad adulta busque su espiritualidad si es que su alma así lo demanda.

Toda la enseñanza que recibimos los seres humanos es justamente, como mencionábamos con anterioridad, aquella que es científicamente demostrable, recibimos la enseñanza, más o menos necesaria, para que nuestra economía sea rentable, y a todo eso hay que añadir todo lo que nos cause satisfacciones físicas. En ningún momento nos enseñan los pasos esenciales para conseguir la felicidad, cuando es el objetivo de búsqueda inconsciente de todos los seres humanos; en ningún momento nos enseñan cómo vivir en paz, sin estrés, con alegría y sin sufrimiento. Se supone que con la enseñanza impartida va a ser suficiente para conseguir todo aquello que sea físico o afecte a este de manera directa, y que cualquier emoción desbocada ha de ser gestionada por la propia persona, se supone que a través de ciencia infusa, porque otra no se ha recibido.

Nadie nos explica que es lo que somos, de dónde venimos, adonde hemos de ir, o que es lo que sucede con la muerte, sólo por mencionar algunas de las preguntas que todo ser humano se va a hacer en algún momento de su vida en la materia. Es por lo tanto la propia persona, cuando ha llegado a un cierto grado en su evolución, que comienza a plantearse esas preguntas y a tratar de encontrar las respuestas.

Es entonces, en la búsqueda de las respuestas cuando la persona deja de deambular por la vida para enfocarse en aquello que ha venido a hacer: Recordar quién es.  

Continuará…..
Y como tenemos muy cerquita la Navidad, el villancico que mi hijo canta todo el día también para vosotros.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Misión de vida


            Saber cuál es la misión de cada uno en la vida es posiblemente uno de los mayores anhelos que pueden tener los seres humanos. Es curioso, porque incluso las personas que viven separadas de Dios tienen ese anhelo, muchos de los que no creen en la reencarnación también, y muchos católicos y miembros de otras religiones que parece que su única misión sea cumplir los preceptos para no ir al infierno también. Prácticamente todos los seres humanos quieren saber cuál es su misión o su trabajo más importante a realizar en su vida.
            La misión de vida existe, es real, y la misión de cada uno aparece reflejada con todo lujo de detalles en el Plan de Vida que cada ser humano confecciona antes de llagar a la vida física.
         El conocimiento de ese Plan de Vida está en cada ser humano, no tan claro como nos gustaría, pero está. Tiene conocimiento de él el alma, y su instrumento que es el corazón va enviando impulsos al ego, en forma de intuiciones, necesarios para que las partes importantes de ese Plan se vayan realizando, entre ellas la misión a realizar.
            Si “alguien” no lo dice de manera explícita, (algún Maestro del otro lado de la vida, a través de algún médium), es difícil saber si eso que la persona está realizando es la misión pactada en el Plan de Vida. Pero aunque no se sepa de manera clara hay marcadores que pueden indicar que se está en el camino correcto. El más importante es cómo se siente la persona. Puede realizar mil actividades, como es el caso de la persona que relataré a continuación, pero hay una en concreto que es en la que más cómoda se encuentra la persona, a pesar de que pueda ser una especie de actividad tangencial que realiza casi de rebote. Otro marcador puede ser como reciben esa actividad las personas receptoras de ese trabajo: Normalmente tiene un índice grande de aceptación.


            No todas las misiones son espirituales, las hay materiales, ya que los seres humanos no solo tienen que saber entrar a su interior, para eso ya tendrán especialistas que les muestren el camino, por ser esa su misión, sin embargo, también necesitan saber cómo desenvolverse en sociedad, dentro de su cuerpo, con respeto, con generosidad. No somos solo un espíritu, también somos un cuerpo. Recordar: “ser” es el espíritu, “humano” es la materia. Y todo lo que el ser humano tiene que hacer en esta vida lo ha de hacer desde su cuerpo, por lo tanto también necesita guía.
            Trabajar en un Centro de Sanación, en el que además se hace yoga, meditación, cursos y talleres de formación no sólo de terapeutas sino también para la vida, da la oportunidad para conocer a muchas personas, todas especiales, pero algunas muchísimo más especiales.
            Antes de seguir quiero decir que tengo permiso de Fran para relatar su historia en cuanto a su misión se refiere.
            Cómo él dice acaba de estrenar el último tercio de su vida, (Acaba de cumplir sesenta años y dice que espera vivir noventa). Es psicólogo y terapeuta Reiki, y combina ambas especialidades en el tratamiento con sus pacientes. Además es practicante de yoga y medita con cierta frecuencia, no cada día, pero no menos de cuatro días a la semana.
            Él dice que desde que tiene uso de razón espiritual, más o menos sobre los treinta años, siempre ha querido saber cuál era su misión en esta vida. “Por supuesto que me gustaría ser un gran líder espiritual para llevar a miles o millones de personas a la Luz”, cuenta con un tono de decepción en su voz, y sigue “Sin embargo, parece ser que soy una especie de acomodador, como esos que te acompañan en los cines con su linternita cuando has llegado con la película ya comenzada. Pero aunque pueda parecer lo contrario, me siento inmensamente feliz”.
            Cuando me contaba esto le rogué que fuera un poco más explícito, que no entendía mucho.
            “Desde siempre”, siguió, “a mis pacientes les hablaba de Dios, trataba de hacerles entender que no eran ese montón de carne y huesos, que eran mucho más. Esto se lo decía y digo de mil maneras diferentes para que llegaran a entender que somos un alma, que todos somos hermanos porque somos hijos de Dios y que nuestro fin solo era la vuelta a Dios de dónde venimos”. “Pues bien, parece ser que esta es mi misión importante en la vida, enseñar el camino de vuelta a casa a todos”.
            “Y ¿Cómo lo sabes?”, pregunté yo.
            Prosiguió: “Hice una canalización en la que el Maestro que daba la información me dijo textualmente que mi misión era ayudar a la gente a regresar al camino que Dios les ha asignado. Dijo también que estaba a la mitad del camino y que aun me quedaba mucha gente por conocer y muchas cosas pendientes. Dijo que tenía que entender que tan solo era una herramienta de Dios, el más pequeño de sus servidores”.
            “Como te decía antes me podía el orgullo cuando pensaba en ser un gran líder al que siguieran miles de personas. Pero ahora que sé que soy una herramienta de Dios y uno de sus servidores, aunque sea el más pequeño, creo que me siento aun más orgulloso. Llevo con honra el uniforme de acomodador. ¡Te imaginas ser uno de los servidores de Dios!”.
            No todos tienen la suerte de saber cuál es su misión, pero no importa, ¡Sigue haciendo eso que haces!, todos no pueden ser grandes maestros, pero mira cómo funciona la vida material: Para llegar a la universidad es necesario que un maestro te enseñara a leer y a escribir. Ese maestro no es menos importante que el que te ayuda en la tesis o te enseña una maestría. Todos somos necesarios, todos somos importantes, todos somos herramientas de Dios, aunque seamos los más pequeños. Ya creceremos.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Yo Soy lo que quiero ser (Meditación para el control de uno mismo)


Toda esta entrada es un extracto, ínfimo, del libro “Misterios desvelados”, en el que aparecen reflejadas algunas de las enseñanzas del Maestro Saint Germain:
La Eterna Ley de la Vida es: “LO QUE TÚ PIENSES Y SIENTES LO TRAES A LA FORMA”. Dónde está tu pensamiento, allí estás tú. Lo que tú medites, en ello te convertirás, ya que tú eres tu conciencia.
Cuando uno permite a su mente permanecer en pensamientos de odio, de condenación, de crítica, de lujuria, envidia, celos, temor, dudas o sospechas, y permite que esos pensamientos y sentimientos generen irritación dentro de él, es absolutamente seguro que tendrá discordia, fracaso, desastres en su cuerpo, su mente y su mundo. Mientras él permita que su atención se detenga en tales pensamientos, bien sea respecto a naciones, personas, lugares, condiciones o cosas, estará absorbiendo esas actividades en la substancia de su mente, su cuerpo o sus asuntos. De hecho, estará forzando, impeliéndolas a que entren en su experiencia.
Esto ocurre porque los seres humanos no se aceptan ni se reconocen ellos mismos como lo que son. Templos del Dios Viviente. Tampoco saben que este reconocimiento debe mantenerse eternamente. La Humanidad en su presente y aparente limitación de tiempo, espacio y actividad, está en el caso de la persona que necesita, y si alguien le extiende lo que necesita, y ella no se acerca a recibirlo, ¿Cómo va a gozar del beneficio?
La masa humana está en este grado de conciencia hoy, y continuará en ella hasta que acepte que el Dios que lleva en su corazón es el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en sus vidas y mundos.
Tanto más intenso es el sentimiento dentro del deseo, tanto más rápido se cumplirá.
Sin embargo, si se tiene la temeridad de desear algo que dañe a otro hijo de Dios, o a cualquier parte de Su Creación, ese pagará con discordia y fracaso en alguna experiencia de su vida.
Es muy importante realizar plenamente que la intención de Dios para cada uno de sus hijos es la abundancia de toda cosa buena y perfecta. Él creó la Perfección y revistió o invistió a cada hijo con ese mismo Poder. Todos podemos crear y mantener la Perfección, y expresar Dominio Divino sobre la Tierra y todo lo que ella contiene. La Humanidad fue creada a imagen y semejanza del Padre, y la única razón por la cual no manifiesta su Dominio es porque no usa su autoridad Divina.
La actividad sensorial de la Vida es el punto más abandonado, menos custodiado en la humana conciencia.
La necesidad de controlar y vigilar los sentimientos no puede ser subrayada demasiado, pues el dominio de las emociones juega el papel más importante en la Vida, para mantener el equilibrio mental, salud en el cuerpo, éxito y logros en los asuntos mundanos o del ser personal de cada individuo.
Al principio esta disciplina requiere esfuerzo continuo, porque los pensamientos y sentimientos del 95% de la humanidad andan tan libres e incontrolados como un perrito callejero. Pero no importa cuánto esfuerzo sea necesario traer para estas dos actividades a un control absoluto, vale la pena todo el tiempo, la energía y el esfuerzo, pues no se puede tener ningún dominio permanente de nuestra propia vida y mundo sin ello.
 
Meditación para el control de uno mismo
- El primer paso hacia el control de uno mismo es el de aquietar toda actividad exterior, tanto de la mente como del cuerpo. De quince a veinte minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana antes de comenzar tu día, haciendo el ejercicio siguiente: hace prodigios para todo el que haga el esfuerzo necesario.
- El segundo paso es asegurarte de no ser perturbado y después de haberse tranquilizado y estar muy quietos, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una Luz radiante, blanca. En los primeros cinco minutos mientras se visualiza este cuadro, sentir intensamente la conexión entre el ser exterior y el Magno Dio Interno, enfocando la atención en el corazón y visualizándolo como un Sol Dorado.
- El tercer paso es el reconocimiento: “YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO”. Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo durante unos diez minutos más.
- Ahora cierra la meditación ordenando: “YO SOY HIJO DE LA LUZ, AMO LA LUZ, VIVO EN LA LUZ, SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, PROVISTO Y MANTENIDO POR LA LUZ Y BENDIGO LA LUZ”.
Recuerda siempre que uno se convierte, se transforma en aquello que medita, y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema perfección y el control de todas las cosas.
Si practicas este ejercicio fielmente y lo sientes en cada átomo de tu mente y cuerpo con profunda intensidad, recibirás abundante prueba de la tremenda Actividad, Poder y Perfección que existe y está siempre activa en la Luz. Cuando hayas experimentado esto, aunque no sea sino por un corto tiempo, no necesitarás pruebas adicionales. Te conviertes en tu propia prueba. “LA LUZ ES EL REINO. ENTRA EN EL Y ESTARÁS EN PAZ”. Regresa a la casa del Padre. Después de diez días de hacer este ejercicio, es bueno hacerlo tres veces diarias: Mañana, tarde y noche.
A menudo oigo la queja: “Ay, yo no puedo dedicar todo ese tiempo”. Para aquellos que sean de esa opinión, deseo decirles: El tiempo que gasta la persona corriente en criticar, condenar y culpar a los demás por ser diferentes, si fuera dedicado al uso y reconocimiento de la Luz, les sería manifestado el Cielo en la Tierra. Para el individuo que se atreve a comprobarlo y tiene suficiente determinación para continuarlo, nada le es imposible. La Luz jamás falla.
La condición desafortunada en la conciencia humana, que mantiene a los individuos en sus limitaciones autoimpuestas, es la actitud de la mente que, o teme, ridiculiza lo que no comprende, o lo que es peor, en su ignorancia dice: “ESO ES UN IMPOSIBLE”.
Una cosa puede no ser probable bajo ciertas condiciones; pero el Ser Divino Interior, que es la Gran Luz, puede cambiar todas las condiciones humanas, de manera que nada le es imposible.
Todo ser humano posee la Divina Llama de la Vida dentro de él, y ese Ser, Dios, tiene dominio donde quiera que se mueva el Universo. Si el hombre por su inercia mental no hace el esfuerzo suficiente para reorganizar sus antiquísimos hábitos de mente y cuerpo, continuará atado por las cadenas que él mismo se forjó. Pero si él decide conocer al Dios Interior y tiene la osadía de darle a ese Ser Divino el control de sus actividades exteriores, recibirá de nuevo el conocimiento de su dominio sobre todas las substancias, lo cual le pertenece desde el principio.
La Ley de la Reencarnación es la actividad del crecimiento humano que le concede al individuo la oportunidad de restablecer un equilibrio condicional que él mismo, conscientemente desajustó.
Esto es sólo unas de las actividades de la Ley de Compensación, la Ley de Causa y Efecto, o lo que se puede llamar el proceso balanceador automático que gobierna todas las fuerzas del Universo, en todas partes. La comprensión correcta de esta Ley da la explicación de muchas condiciones en la experiencia humana, que sin ella parecen totalmente injustas. Es la única explicación lógica de la infinidad de complejidades y experiencias humanas que revelan la operación y la Ley sobre la cual descansa toda manifestación. Esto hace comprender que no existe lo que llaman “casualidad o accidente”. Todo tiene una causa interior, y todo es la causa de un efecto futuro en el mismo instante que se efectúa la causa. Si un hombre ha dañado a una mujer en una vida, es seguro que reencarnará en forma femenina y pasará por la experiencia similar, hasta que sufra aquello que le hizo soportar a otro. Lo mismo ocurre a toda mujer que lastime o dañe a un hombre. Esta es la única forma en que cada uno se obliga a experimentar tanto la causa como el efecto de todo lo que genera el mundo.
El individuo puede experimentar y crear lo que se le antoje en su propio mundo, pero si a él se le antoja hacer aquello que le haga a otros experimentar discordia, él se obliga a experimentar la misma condición hasta que comprenda lo que es el efecto de su propia creación sobre la vida ajena en el Universo.
 

martes, 15 de julio de 2014

En manos de Dios


Dice el mensaje anterior del Maestro que “La santidad comienza por dejar nuestras actitudes, nuestras acciones y nuestros sentimientos en las manos de Dios,……”. Pero, ¿Cómo se dejan las acciones, y algo tan intangible como las actitudes y los sentimientos en manos de Dios?
Dejar todo en manos de Dios es vivir desde el corazón. Dejar todo en manos de Dios es detener los pensamientos. Dejar todo en manos de Dios es sentir la respiración. Dejar todo en manos de Dios es orar. Dejar todo en manos de Dios es meditar. Dejar todo en manos de Dios es vivir aceptando la vida tal como llega a nosotros. Dejar todo en manos de Dios es conectar con la propia alma. Dejar todo en manos de Dios es alejarse del ruido y encontrar el silencio. Dejar todo en manos de Dios es, sobre todas las cosas, amar.
 
 
Los seres humanos somos doblemente perfectos, y es esa perfección la que nos acerca o nos separa de Dios. Somos perfectos en nuestra esencia: La Chispa Divina que es eso que nosotros somos, es a Imagen y Semejanza de Dios, y en cuanto al cuerpo físico, nadie puede dudar de que es una máquina perfecta con una computadora central (el cerebro) que es la envidia de grandes complejos informáticos.
Es, sin embargo, nuestra propia perfección la que nos lleva a la destrucción. Es nuestra mente la que vive en el pasado despreciando la vida; es nuestra mente la que se apega a personas, situaciones y cosas; es nuestra mente la que vive el dolor y el sufrimiento; es nuestra mente la que va planificando, organizando y maquinando historias que poco o nada tienen que ver con la autentica realidad. Esto queda perfectamente plasmado en el chiste del gato:
A un hombre se le pincha la rueda del coche en plena noche circulando por una carretera solitaria. La casa más próxima que recordaba haber visto, estaba a 10 Kms. Así que se arma de paciencia, y se dirige a ella para solicitar ayuda. Por el camino va pensando, que si sería mejor pedir prestado un gato, que quizás no se fiasen de dejarle pasar para llamar por teléfono, que si podía despertar a un hombre que debía madrugar, o que si podía interrumpirle en un momento íntimo con su mujer, … va caminando, y se va calentando el asunto, que si seguramente parecerá una excusa, que debería haberse manchado las manos de grasa para aparentar, que no se van a creer que no lleva teléfono celular, que sería mejor ofrecerle dinero por el gato, etc. Cuando por fin llega a la casa, llama al timbre, y le abre la puerta un amable agricultor y le pregunta afablemente:
- Buenas noches ¿Qué desea?
A lo que contesta nuestro personaje
- ¿Sabe lo que le digo? Que se meta el gato dónde le quepa.
Más que un chiste, es la auténtica realidad de tantos y tantos seres humanos que son incapaces de vivir más allá de su propia mente.
Vivir en la mente es vivir lejos de Dios. Hemos de dejar que descanse para que se encuentre bien despierta y disponible para encontrar la solución a los problemas con los que la vida nos va sorprendiendo.
El viaje para dejar todo en manos de Dios es muy corto: es pasar de la mente desbocada a la mente controlada, es pasar de la desidia de la mente a la claridad de la conciencia. Si otros lo han logrado, nosotros también lo vamos a conseguir, porque no hay nada que consiga un ser humano, que no puedan conseguir los demás.