El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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sábado, 21 de enero de 2023

Eres Luz

 


¿Sabes dónde queda el miedo cuando eres feliz?

No existe. Haz, camina, cae, levántate y confía. No estás nunca solo. Jamás, porque estas contigo. Y en ti lo tienes todo. La capacidad de amar, de sentir, de vibrar con la energía del Universo. Porque eso eres, un “ínfimo” fragmento del Universo, que dejó un día de tener esa conciencia y se encarnó. Pero no perdió nada. La llevas contigo. Tú eres luz, tú eres vida. Tú eres esa pieza imprescindible, aunque esté en una esquina lejana, de ese puzle Universal que no puede construirse sin ti.  Seria incompleto.

Siéntete tú, siéntete yo. Un yo no mental, un yo en los demás y con todo. Tú eres Buda, tú eres Dios, tú eres Luz, tú eres camino, tú eres Maestro.

Y por encima de todo tú eres ¡libre! Libre para elegir y para cambiar tu vida, como otros, a los que lees, envidias y, posiblemente, idolatres, han hecho.

Haz tu camino sin miedo y los demás se colocarán en el lugar correcto para dejarte caminar. Da igual, no pienses en “mi mamá, mi papá, que dirán, que pensarán, mis hijos, mi pareja, mis hermanos”. Da igual. Si tú estás bien ellos estarán bien, seguro.

Quizá tarden un tiempo en darse cuenta y aceptarlo. Y, ¿qué? Es su tiempo, no el tuyo. Es su elección, no la tuya. Tú eliges amarlos desde ese tú que eres, y ellos, poco a poco, sentirán esa energía que les llegará sin palabras, sin discusiones, sin luchas, sin tener que convencerles de nada. Llegará así, tal cual.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues lo es. Lo verdaderamente difícil, y muy cansado, es que sea al revés. Es decir que sea una lucha entre tu sentir y tu “deber”. No hay deberes. Solo hay Amor.

Obsérvate como el Ser Divino que eres y camina desde ahí. Nadie es más que tú. Ni Jesús, ni Buda, ni nadie. Todos somos elegidos.

Recuerda: el puzle está incompleto sin ti.

 

martes, 10 de enero de 2023

Los señores de la oscuridad

 


Capítulo XV. Parte 12. Novela "Ocurrió en Lima"


 Perdona que te interrumpa Ángel, pero no sé qué son los seres de oscuridad.

-    Es cierto Antay, nunca te he hablado de ellos.

>> Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres de Luz, inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia

>> Entre los ángeles, Dios creó un espíritu poderoso, inteligente y hermoso, que era el jefe entre los ángeles. Se llamaba Lucifer, que significa “el que brilla”. Pero Lucifer también tenía libre albedrío, y podía hacer sus propias elecciones.

>> La belleza, sabiduría y poder de Lucifer, todas las cosas buenas creadas en él por Dios, le llevaron al orgullo. Su orgullo le hizo rebelarse contra Dios, pero nunca perdió ninguno de sus poderes y habilidades. Desde entonces está dirigiendo una revuelta cósmica contra su Creador para ver quién será Dios.  Su estrategia es reclutar a la humanidad para unirse a él, tentándolos a la misma elección que él hizo, independizarse de Dios y desafiarlo.

>> Lucifer y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en lo que llamamos demonios, fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales. Su actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quieren evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para acercarse a Dios.

>> Estos seres de oscuridad se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores.

>> Aprovechan la débil voluntad del hombre, su inclinación hacia lo fácil y su facilidad para actuar con miedo, para evitar que los seres humanos eleven su vibración y no hay nada mejor que el miedo para que eso ocurra. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien.

>> El miedo tiene una frecuencia de vibración larga y lenta, activando solo ciertos puntos de la cadena de ADN, mientras que el amor tiene una frecuencia alta y muy rápida, impactando en muchos más puntos y, por ende, extrayendo mayor energía y potencial del ADN.

>> Aunque sea difícil de creer, por todos los desastres que envuelven al planeta, la Tierra está realizando su ascenso a la quinta dimensión. La quinta dimensión no es un lugar, es un estado de conciencia y el estado de conciencia tiene que ver con la calidad de la energía, es decir, con la vibración. Las bajas vibraciones corresponden a las dimensiones bajas y se asciende a otra dimensión según se va incrementando la vibración.

>> Los seres humanos se mueven entre la tercera y la cuarta dimensión. En la tercera dimensión o tercer nivel de conciencia, se percibe el mundo, y a uno mismo, a partir de tres referencias: anchura, altura y profundidad, es decir, quien vive en la tercera dimensión valora todo aquello que puede ver, tocar y experimentar, o lo que es lo mismo, valora el mundo físico.

>> Al incrementase la vibración de la persona, esta asciende a la cuarta dimensión. En ella, a las referencias anteriores, ancho, alto y profundo, se incorpora la parte espiritual, por lo que la persona puede verse a sí misma, a parte de un cuerpo con unas necesidades específicas, con un añadido afectivo y emocional. La vibración de la Tierra corresponde a esta categoría, por lo que los seres humanos que habitan en ella, al estar impregnados con su energía tienen una facilidad añadida para llegar a ese nivel, si es que aún no han llegado a él.

>> El siguiente peldaño o nivel de conciencia es la quinta dimensión. Quien vibre en esa sintonía es capaz de percibir que todas las cosas están unidas por una fuerza universal, el Amor. Se deja a un lado la sensación de individualidad y se adentra en la sensación de unicidad. Todos somos Uno, hijos de un mismo Padre.

>> A esta vibración es a la que se está llevando al planeta, y digo que se está llevando porque no lo puede hacer solo y, para eso, necesita de las vibraciones de sus habitantes y de la ayuda de los Seres de Luz.

>> Los habitantes del planeta, no son de mucha ayuda, ya que no parece que haya muchos que estén vibrando en la sintonía cercana a la quinta dimensión, por lo que casi todo el trabajo lo tienen que realizar los Seres de Luz. Cuando lo consigan será de gran ayuda para que todos los que estáis encarnados y para los que vayan a encarnar puedan llegar a esa vibración más fácilmente, porque cuando la Tierra consiga vibrar en la energía de la quinta dimensión, será mucho más fácil para los seres humanos alcanzar ese estado de unidad con Todo, de unidad con todos y de unidad con Dios, que son los atributos de la quinta dimensión.

>> A pesar de que la Tierra cambie su vibración, podrán seguir habitándola seres de tercera y cuarta dimensión. Posiblemente, un poco, incómodos, al principio, porque tendrán que vivir en una energía más sutil que la suya propia, pero podrán acostumbrarse sin grandes problemas.

>> Sin embargo, hay quien no quiere que la Tierra ascienda. Los seres de la oscuridad no desean ese cambio porque no quieren que los seres humanos se acerquen a su Origen, es decir, a Dios y, para eso, ponen todas las trabas que pueden para que eso no suceda.

>> De la misma manera que hay seres de mucha luz encarnados, también hay encarnados seres oscuros que son los hacen el trabajo sucio, y para que puedan influenciar en muchas personas suelen ocupar puestos de poder, bien sea político, económico, religioso o social.

>> Por eso, cualquier iniciativa que ayude a los seres humanos a conseguir vivir el amor, es una ayuda inestimable para ayudar a los Seres de Luz en su trabajo de lograr el ascenso de la Tierra a la quinta dimensión. Vuestro trabajo se encentra encaminado en esa línea, porque va, no solamente a cuidar físicamente a los niños, sino, también, a enseñarles a discernir sus emociones y, sobre todo, a incentivar el amor en ellos mismos.

-    No sabía que decir ante todo lo que acababa de enseñarme Ángel- No tengo palabras. ¡Que perdidos estamos los seres humanos!, y más pensando que el señor al que podemos votar, o el líder de cualquier religión, el empresario que mueve miles de millones o el famoso que influye en muchas personas, bien podrían ser un ser de oscuridad que envuelve la maldad en papel de regalo. ¿Qué hacer?

-    Amar Antay, amar.

sábado, 22 de octubre de 2022

Yo deseo.....

  


Lunes 17 de octubre 2022

 

Para entender un pensamiento tan loco es bueno saber cuáles eran mis más íntimas aspiraciones. Esas con las que soñaba, sobre todo, despierto en mis sueños solitarios. Aunque, como todos los seres humanos, deseaba tener más dinero, vivir en una mansión, poder viajar por el mundo cuando me apeteciera y, algún capricho más que mi insaciable deseo se encargaba de ir presentando, no pasaban de ser pensamientos, tan fugaces, como esas estrellas que, algunas veces, adornan el firmamento, porque mi auténtico sueño, mi más íntimo deseo, “a pesar de ser un hombre”, siempre, ha sido alcanzar la “iluminación”, si es que eso existe, llegar a la Luz, poder hablar con los seres del “otro lado” de la vida, desarrollar la bondad y el amor en su total plenitud y, teniendo en cuenta que soy sanador, también soñaba con tocar a las personas y saber si iban a sanar o no y saber qué es lo que tenían que hacer para que tal cosa sucediera. En realidad, podría resumir tal cúmulo de necedades en dos palabras “crecer espiritualmente”, ya que eso es lo que yo más deseaba.

Ahora que releo el párrafo anterior me doy cuenta de que soy un “babau”, en toda la extensión de la palabra. Pero voy a dejar el párrafo tal cual está, porque realmente esos son mis sueños. Si, ya sé, además de babau soy un iluso.

Decía que “a pesar de ser hombre”, porque, por norma general, los hombres estamos tan ocupados en demostrar nuestra hombría que no tenemos tiempo que perder en estupideces, como la evolución, el crecimiento personal o la espiritualidad.

Yo he sido uno de esos hombres durante una buena temporada de mi vida. Afortunadamente, en el último tercio de mi vida, algo ha cambiado. Supongo que, para bien, porque me siento en paz, sin estrés, sin tener que estar demostrando mi hombría o mi valía a cada instante. Hago lo que me apetece, siempre dentro de un orden, porque trato de satisfacer, a mi esposa y a mi hijo, aunque no siempre lo consiga.

Esto de no conseguirlo a veces, es, para mí, una prueba inequívoca de que todavía me falta un buen trecho en mi camino hacia esa Luz a la que aspiro.

Pero siguiendo el hilo de lo que son mis sueños, que hoy once años después permanecen intactos, me hice un planteamiento siguiendo el pensamiento aparecido con la lectura del libro: Si realmente me están esperando en algún sitio y si lo que yo quiero es progresar espiritualmente, ¿qué pasaría si me fuera a vivir a algún lugar influenciado por la kundalini de la Tierra?, es posible que fuera más fácil ese crecimiento.

El pensamiento estaba ahí, pero sin mucha fuerza, debido, sin duda, a que era la primera vez que aparecía. Seguí meditando con el inca, porque seguía apareciendo en cada meditación. 

miércoles, 4 de mayo de 2022

Paso 2 para vivir en la Luz

 Vive como si ya fueras Luz:

              Vivir como si ya fueras Luz, es vivir la divinidad.  Y, ¿cómo se vive la divinidad?, se vive la divinidad amando:

         Alejar pensamientos negativos: Recuerda: “somos lo que pensamos”. No puedes permitirte el mantener pensamientos negativos en tu mente. Para eso has de permanecer consciente la mayor parte del tiempo posible. En el momento que seas consciente de un pensamiento negativo contrarresta esa energía con el pensamiento positivo contrario, o con la virtud contraria, o pidiendo perdón.

              Utiliza palabras correctas: Que ninguna de las palabras que salgan de tu boca sean para herir, lastimar, o molestar a nadie. Utiliza siempre palabras de alabanza, y destaca siempre los méritos de los demás, sus cualidades positivas, sus virtudes. Si se consigue mantener los pensamientos negativos bajo control, es mucho más fácil no herir con la palabra.

           Realizar buenas acciones: Ayuda a los demás, son Luz como tú. Ayudar no solo es dar un plato de lentejas o unas monedas, también es sonreír, es apoyar, es abrazar, es escuchar, es besar, es no molestar, es respetar, ayudar es colaborar con el otro, siempre que el otro lo permita

Perdonar: El objetivo final, es que nada debe ser motivo de tu ofensa. Pero hasta que llegue ese momento, perdona de inmediato cada ofensa, no esperes al día siguiente, porque si tardas un día en perdonar, será un día tomando veneno por tu parte. Recupera la “meditación del perdón” que está en este blog y realízala si crees que la necesitas.

              Aceptación: Sólo una frase: “Todo está bien”.

Eliminar obstáculos:

Los obstáculos en esta carrera no hay que saltarlos, no hay que ignorarlos, hay que eliminarlos. Los obstáculos en esta carrera son los bloqueos emocionales, son los hábitos negativos, es la debilidad de carácter.

              Conocer los bloqueos: Para poder eliminar algo, es imprescindible saber que existe, por lo tanto, de la misma manera que decíamos al principio que tienes que saber quién eres, es importante saber cómo eres. Relee la entrada “Pedir ayuda”.






martes, 3 de mayo de 2022

Paso 1 para vivir en la Luz


 

Saber quién eres:

Es imprescindible, es vital, el reconocimiento de que eres Luz, o un alma, o una Chispa Divina, lo que quieras, pero que ese reconocimiento sea total y absoluto. En un principio es suficiente con que ese reconocimiento sea racional, es normal no integrarlo en la conciencia al comienzo del camino y actuar desde ahí. Vivir desde la conciencia de la Luz es algo que se dará al final del trabajo.

El reconocimiento de que eres Luz va a desligarte de tu cuerpo: “Yo no soy el cuerpo” …, pero vives en él. Empieza a reconocer a tu cuerpo como el templo del alma, como el santuario del espíritu. Eso hará que empieces a valorarlo, a respetarlo, a amarlo. Y cuando lo valores, lo respetes y lo ames, empezarás a cuidarlo con mimo, empezarás a cuidarlo con devoción, dándole al cuerpo todo lo que sea correcto para su buen funcionamiento, evitándole sustancias tóxicas y corrosivas. Todo el trabajo que has venido a hacer aquí, lo vas a hacer desde ese cuerpo, por lo que es tu obligación mantenerlo, sano, joven y fuerte, el mayor tiempo posible.

Este reconocimiento de que eres Luz, lleva implícita la sensación de libertad. La Luz, el alma, es libre, no se siente ligada a nada ni a nadie. No debe nada a nadie, no tiene que inclinar la cabeza ante nadie.

¡Eres Luz!, ¡eres libre!





domingo, 5 de marzo de 2017

Reflexiones

El alma es un punto de Luz. Dios es la Luz.

No hay diferencia entre un punto de Luz y otro. Por lo tanto, todas las almas son iguales. Todos los hombres también.

El hombre es el alma recubierto de materia. Dios habita en el interior del hombre.

El hombre es finito, porque la materia más pronto que tarde se convierte en polvo. El alma es inmortal porque sigue siendo Luz.

El hombre es un reflejo de la Luz. Es un reflejo de Dios.



A veces la Luz se opaca porque el mismo hombre la recubre con sus tristes pensamientos, con sus pensamientos de dolor, con su idea de separación de Dios, por el desconocimiento de que es alma, de que es Luz, de que es inmortal.

Cuando la Luz se opaca el hombre duerme y entonces sueña que está viviendo una vida separada de Dios. Sueña que es un ser independiente y que tiene que defenderse de los otros hombres, que normalmente también han opacado su Luz y también duermen. No saben en su sueño que todos son lo mismo.

Los hombres en sus sueños se engañan, se roban, se ofenden, se matan, se critican, se juzgan, se discriminan. ¡No es fácil despertar!, pero para eso vivimos, ¡para nada más!
Para despertar no hay que abrir los ojos, hay que abrir el corazón.

El despertar es lento, es paulatino, pero una vez que se abre el corazón el hombre cambia, el hombre, por fin, vive. Los otros hombres, dormidos, no pueden soportar a nadie despierto, le atacarán con saña: Estás loco, estás en una secta, te han engañado, y le retirarán la palabra.

Cuando el hombre despierto aguanta el vendaval comenzará a tener seguidores: Dirán de él ¡es un maestro!, ¡es un guía! También se equivocan porque solo está despertando, el auténtico maestro habita en el interior del hombre: Es Dios.

El hombre vive inmerso en un ruido infernal. Ese ruido son sus pensamientos producidos por su mente en el sueño.

Se acaba el ruido cuando el hombre despierta. Se detiene el carrusel de su mente, ¡Todo es silencio!, y en el silencio todo está bien, todo es perfecto: las críticas y los halagos.

El hombre en el silencio vuelve a vivir desde el alma, vuelve a vivir en la Luz, vuelve a sentir a Dios.

Es en el silencio donde se produce el esperado encuentro: El encuentro  con Dios.

Y por fin el hombre es libre. Es feliz. Por fin ha vuelto a acariciar su divinidad.




lunes, 16 de marzo de 2015

La muerte: Transito entre vidas


La vida física solo es un medio para la manifestación del espíritu, nada más. Todo lo que el ser humano viene a hacer a la materia no es más que el trabajo elegido por el propio espíritu. No es casualidad lo que el ser humano se encuentra en la Tierra, ni el hijo del potentado ni el hijo del pobre lo son por caprichos del destino, lo son, sin error, por su propia voluntad. Lo son porque es justamente esa situación la elegida por ellos, por ser la más idónea para la realización de su trabajo.
No viene el ser humano a la vida para tener una cuenta corriente que haga palidecer de envidia a sus congéneres, no viene para tener una profesión de éxito, ni para ganar ningún concurso, viene con un objetivo concreto: Desarrollar lo antes que pueda y lo mejor que sepa su trabajo y su aprendizaje, para no volver, y quedarse así definitivamente en su casa, en  “la casa del espíritu”, donde morará eternamente.
Ya son muchos los seres humanos que saben eso, y muchos más son los que lo intuyen, pero muy pocos son los que actúan en consecuencia con ese saber en su vida física.
Es por la falta de integración de esa sabiduría en su conciencia, o por ignorancia de lo que son y de lo que han venido a hacer acá, que su actuación a lo largo y ancho de la vida no es más que una pobre, no, más que pobre, mísera competición con todos los espíritus afines, sus hermanos, que coinciden con ellos en la vida, no por casualidad, sino por propia elección.
 
Como consecuencia de esta ceguera, la vida no es más que una triste caricatura de lo que realmente ellos mismos esperaban realizar, y lo que estaba minuciosamente planificado se derrumba de manera estrepitosa socavado en sus cimientos por unos males que el espíritu no conoce: miedo, tristeza, odio, envidia, celos, y un sinfín de emociones más generadas por una mente que no sabe actuar según el papel asignado de servidora del alma.
Y entre todas esas emociones negativas, hay una que destaca por ocupar un lugar prioritario entre todas ellas: el miedo a la muerte. La angustia que produce a los seres humanos el pensar que un día, que además no sabe cuál va a ser, se va a terminar todo con la muerte les afecta de manera dramática sacando a la luz miedos paralelos, como pueden ser el miedo a la enfermedad, al dolor, o a la soledad, que pueden afectarle durante toda la vida.
De poco vale el tener conocimiento de la manifestación de seres que están al otro lado de la vida, Maestros, Ángeles, Guías, o familiares que han partido con anterioridad, de poco vale tener información de lo placida que es la estancia en ese plano, de poco vale creer que en la vida en la Luz no existe dolor, ni enfermedad, ni necesidades físicas, que son las que preocupan a la humanidad, de poco vale saber todo eso, el miedo a la muerte está ahí, perenne, inamovible.
Pero tenemos suerte los seres humanos. Conscientes de nuestro miedo, los seres que están al otro lado de la vida, cuando llega el mágico momento de traspasar el umbral de la vida, todos se vuelcan en nuestra ayuda, haciendo que el transito normalmente sea placido y sereno.
Podemos hacer, en nuestras manos está, que toda la vida sea plácida y serena, desterrando los miedos que son como una losa que los seres humanos tenemos que ir arrastrando por el camino de nuestra vida, y además de nada vale el pesado equipaje.
Pongámonos en manos de Dios. Detengamos la locura de nuestra mente. Dejemos hablar al corazón, y si no entendemos con claridad cuál es nuestra misión en la vida, podremos intuirlo, y si ni tan siquiera lo intuimos, vivamos con amor, esa manera de vivir va a hacer que nuestra vida sea un paseo, libre de equipaje, por un ancho camino sembrado de pétalos de rosa.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Yo Soy lo que quiero ser (Meditación para el control de uno mismo)


Toda esta entrada es un extracto, ínfimo, del libro “Misterios desvelados”, en el que aparecen reflejadas algunas de las enseñanzas del Maestro Saint Germain:
La Eterna Ley de la Vida es: “LO QUE TÚ PIENSES Y SIENTES LO TRAES A LA FORMA”. Dónde está tu pensamiento, allí estás tú. Lo que tú medites, en ello te convertirás, ya que tú eres tu conciencia.
Cuando uno permite a su mente permanecer en pensamientos de odio, de condenación, de crítica, de lujuria, envidia, celos, temor, dudas o sospechas, y permite que esos pensamientos y sentimientos generen irritación dentro de él, es absolutamente seguro que tendrá discordia, fracaso, desastres en su cuerpo, su mente y su mundo. Mientras él permita que su atención se detenga en tales pensamientos, bien sea respecto a naciones, personas, lugares, condiciones o cosas, estará absorbiendo esas actividades en la substancia de su mente, su cuerpo o sus asuntos. De hecho, estará forzando, impeliéndolas a que entren en su experiencia.
Esto ocurre porque los seres humanos no se aceptan ni se reconocen ellos mismos como lo que son. Templos del Dios Viviente. Tampoco saben que este reconocimiento debe mantenerse eternamente. La Humanidad en su presente y aparente limitación de tiempo, espacio y actividad, está en el caso de la persona que necesita, y si alguien le extiende lo que necesita, y ella no se acerca a recibirlo, ¿Cómo va a gozar del beneficio?
La masa humana está en este grado de conciencia hoy, y continuará en ella hasta que acepte que el Dios que lleva en su corazón es el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en sus vidas y mundos.
Tanto más intenso es el sentimiento dentro del deseo, tanto más rápido se cumplirá.
Sin embargo, si se tiene la temeridad de desear algo que dañe a otro hijo de Dios, o a cualquier parte de Su Creación, ese pagará con discordia y fracaso en alguna experiencia de su vida.
Es muy importante realizar plenamente que la intención de Dios para cada uno de sus hijos es la abundancia de toda cosa buena y perfecta. Él creó la Perfección y revistió o invistió a cada hijo con ese mismo Poder. Todos podemos crear y mantener la Perfección, y expresar Dominio Divino sobre la Tierra y todo lo que ella contiene. La Humanidad fue creada a imagen y semejanza del Padre, y la única razón por la cual no manifiesta su Dominio es porque no usa su autoridad Divina.
La actividad sensorial de la Vida es el punto más abandonado, menos custodiado en la humana conciencia.
La necesidad de controlar y vigilar los sentimientos no puede ser subrayada demasiado, pues el dominio de las emociones juega el papel más importante en la Vida, para mantener el equilibrio mental, salud en el cuerpo, éxito y logros en los asuntos mundanos o del ser personal de cada individuo.
Al principio esta disciplina requiere esfuerzo continuo, porque los pensamientos y sentimientos del 95% de la humanidad andan tan libres e incontrolados como un perrito callejero. Pero no importa cuánto esfuerzo sea necesario traer para estas dos actividades a un control absoluto, vale la pena todo el tiempo, la energía y el esfuerzo, pues no se puede tener ningún dominio permanente de nuestra propia vida y mundo sin ello.
 
Meditación para el control de uno mismo
- El primer paso hacia el control de uno mismo es el de aquietar toda actividad exterior, tanto de la mente como del cuerpo. De quince a veinte minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana antes de comenzar tu día, haciendo el ejercicio siguiente: hace prodigios para todo el que haga el esfuerzo necesario.
- El segundo paso es asegurarte de no ser perturbado y después de haberse tranquilizado y estar muy quietos, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una Luz radiante, blanca. En los primeros cinco minutos mientras se visualiza este cuadro, sentir intensamente la conexión entre el ser exterior y el Magno Dio Interno, enfocando la atención en el corazón y visualizándolo como un Sol Dorado.
- El tercer paso es el reconocimiento: “YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO”. Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo durante unos diez minutos más.
- Ahora cierra la meditación ordenando: “YO SOY HIJO DE LA LUZ, AMO LA LUZ, VIVO EN LA LUZ, SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, PROVISTO Y MANTENIDO POR LA LUZ Y BENDIGO LA LUZ”.
Recuerda siempre que uno se convierte, se transforma en aquello que medita, y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema perfección y el control de todas las cosas.
Si practicas este ejercicio fielmente y lo sientes en cada átomo de tu mente y cuerpo con profunda intensidad, recibirás abundante prueba de la tremenda Actividad, Poder y Perfección que existe y está siempre activa en la Luz. Cuando hayas experimentado esto, aunque no sea sino por un corto tiempo, no necesitarás pruebas adicionales. Te conviertes en tu propia prueba. “LA LUZ ES EL REINO. ENTRA EN EL Y ESTARÁS EN PAZ”. Regresa a la casa del Padre. Después de diez días de hacer este ejercicio, es bueno hacerlo tres veces diarias: Mañana, tarde y noche.
A menudo oigo la queja: “Ay, yo no puedo dedicar todo ese tiempo”. Para aquellos que sean de esa opinión, deseo decirles: El tiempo que gasta la persona corriente en criticar, condenar y culpar a los demás por ser diferentes, si fuera dedicado al uso y reconocimiento de la Luz, les sería manifestado el Cielo en la Tierra. Para el individuo que se atreve a comprobarlo y tiene suficiente determinación para continuarlo, nada le es imposible. La Luz jamás falla.
La condición desafortunada en la conciencia humana, que mantiene a los individuos en sus limitaciones autoimpuestas, es la actitud de la mente que, o teme, ridiculiza lo que no comprende, o lo que es peor, en su ignorancia dice: “ESO ES UN IMPOSIBLE”.
Una cosa puede no ser probable bajo ciertas condiciones; pero el Ser Divino Interior, que es la Gran Luz, puede cambiar todas las condiciones humanas, de manera que nada le es imposible.
Todo ser humano posee la Divina Llama de la Vida dentro de él, y ese Ser, Dios, tiene dominio donde quiera que se mueva el Universo. Si el hombre por su inercia mental no hace el esfuerzo suficiente para reorganizar sus antiquísimos hábitos de mente y cuerpo, continuará atado por las cadenas que él mismo se forjó. Pero si él decide conocer al Dios Interior y tiene la osadía de darle a ese Ser Divino el control de sus actividades exteriores, recibirá de nuevo el conocimiento de su dominio sobre todas las substancias, lo cual le pertenece desde el principio.
La Ley de la Reencarnación es la actividad del crecimiento humano que le concede al individuo la oportunidad de restablecer un equilibrio condicional que él mismo, conscientemente desajustó.
Esto es sólo unas de las actividades de la Ley de Compensación, la Ley de Causa y Efecto, o lo que se puede llamar el proceso balanceador automático que gobierna todas las fuerzas del Universo, en todas partes. La comprensión correcta de esta Ley da la explicación de muchas condiciones en la experiencia humana, que sin ella parecen totalmente injustas. Es la única explicación lógica de la infinidad de complejidades y experiencias humanas que revelan la operación y la Ley sobre la cual descansa toda manifestación. Esto hace comprender que no existe lo que llaman “casualidad o accidente”. Todo tiene una causa interior, y todo es la causa de un efecto futuro en el mismo instante que se efectúa la causa. Si un hombre ha dañado a una mujer en una vida, es seguro que reencarnará en forma femenina y pasará por la experiencia similar, hasta que sufra aquello que le hizo soportar a otro. Lo mismo ocurre a toda mujer que lastime o dañe a un hombre. Esta es la única forma en que cada uno se obliga a experimentar tanto la causa como el efecto de todo lo que genera el mundo.
El individuo puede experimentar y crear lo que se le antoje en su propio mundo, pero si a él se le antoja hacer aquello que le haga a otros experimentar discordia, él se obliga a experimentar la misma condición hasta que comprenda lo que es el efecto de su propia creación sobre la vida ajena en el Universo.
 

sábado, 23 de agosto de 2014

Dios nos ama


Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (22 de Agosto de 2014)        

 
Qué donde quiera que esté su camino, y donde quiera que se encuentren en su camino espiritual, la Luz de Dios y su infinito Amor les rodee.

viernes, 22 de agosto de 2014

No importa nada, Dios está


Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (20 de Agosto de 2014)        

 
No importa lo profundo del abismo, Dios tenderá un puente. No importa lo oscuro del panorama, Su Fuerza encenderá una luz. No importa lo complicado del problema, Su infinito Amor te mostrará la solución.

martes, 5 de agosto de 2014

Luz y oscuridad en el Planeta


            No es esta una entrada para hablar del día y de la noche, sino para hablar de las Fuerzas de la Luz y de las fuerzas de la oscuridad.
            Las Fuerzas de la Luz son Grandes Seres Cósmicos, que residen en los planos más altos de la existencia. Su trabajo con la humanidad es ayudar al esclarecimiento de sus mentes, influyendo en las mentes de los servidores alineados con el Plan de Dios. Trabajan por intermedio de todos aquellos que realmente aman a sus semejantes. Ni tan siquiera ellos pueden llegar a las mentes de las personas egocéntricas y cerradas, ni tampoco a todos aquellos que por pertenecer a una determinada religión han cerrado sus mentes a otras creencias que no sean las de su fe determinada.
            Las fuerzas de la oscuridad existen. Los malignos existen y tienen tanto poder como el que puedan tener las Fuerzas de la Luz. Su meta es la destrucción de la humanidad, o al menos, mantener a esta bajo control para poder reinar abiertamente. Conseguir que los seres humanos vuelvan una y otra vez a la vida, sin haber avanzado ni un milímetro en su acercamiento a Dios, es también uno de sus objetivos. Y parece que lo hacen bastante bien.
            Las dos fuerzas conviven en la Tierra, con preponderancia de una u otra en lugares determinados del planeta, pero aunque la mayoría en un lugar determinado sea de uno u otro tipo, existen infiltrados de la fuerza contraria, de la misma manera que el Yin coexiste dentro del Yang y viceversa, así, hay Fuerzas de la Luz en la oscuridad y fuerzas oscuras en la Luz.
           
           La preponderancia de Luz u oscuridad la dan las personas con su evolución, con su desarrollo, con su cercanía o lejanía del Amor, con su materialismo, con su egoísmo, con su respeto, su espiritualidad, en resumen según sea su crecimiento. Son países de preponderancia de Luz todos los del primer mundo y algunas zonas aisladas del resto. Están muy mezcladas la Luz y la oscuridad en el segundo mundo. Y son países con preponderancia de oscuridad los del tercer mundo.
            Sin embargo, existen países en los que teniendo mayoría de habitantes de Luz, pueden estar regidos por dirigentes manipulados por la oscuridad. Como ejemplo nos valen algunos países en el primer mundo, que afectados por la crisis económica, propiciada por gentes manipuladas por la oscuridad, tienen dirigentes que con el pretexto de solucionar la crisis del país, han abocado a sus habitantes a la pobreza y a la pérdida de derechos. Esos habitantes ocupados en sus preocupaciones abandonan cualquier actividad que les acerque a Dios, llegando incluso a renegar de Él. Buen trabajo para la oscuridad, aunque disimulado por los grandes números del país.
            Vale, ya sabemos esto, y ahora ¿Qué? Es posible que alguien piense que no es para tanto, que además en la Era de Acuario esto va a terminar. No es así. Por el mero hecho de haber entrado en la Era de Acuario, no quiere decir que todo el mundo vaya a crecer y a evolucionar, no quiere decir que todo el mundo vaya a cambiar su vibración a la energía del Amor, no quiere decir nada, porque somos la humanidad la que ha de hacer el trabajo. Si, puede ser que la inclinación de la Tierra favorezca ciertas energías, pero el trabajo lo ha de realizar, de manera individual, cada ser humano.
            La humanidad se encuentra anclada en falsos valores y en un materialismo feroz, ya se han encargado las fuerzas de la oscuridad de que así sea. Para que estas fuerzas pierdan poder, para que surja un nuevo renacer, han de cambiar los valores al Amor, a la Unidad, a la Hermandad, al Servicio.
            Mientras tanto, los cantos de sirena, de más dinero, de más poder, de más sexo, de más fiesta y de más alcohol van a seguir arrastrando a la humanidad a su propia destrucción como seres divinos.
            Es momento de abrir definitivamente los ojos, es momento de abrir definitivamente el corazón, es momento de entender que eres un alma, es momento de vivir para la Divinidad. Es momento de ofrecer tu vida a Dios. Ofrecer la vida a Dios no es hacerse cura o monja, no. Ofrecer la vida a Dios es dejar que la vida fluya a través de ti, sin componendas mentales; es dejar que la vida transcurra según el Plan Divino, sin forzar acontecimientos para que la vida sea lo que a ti te gustaría que fuera. Cuando consigues eso, te cambia la vida, porque Dios, al que has ofrecido tu vida, con tus problemas, con tus dudas, con tus miedos, se encarga de que comiences a vivir la vida que necesitas vivir, no la que tu crees querer vivir, no la que las fuerzas de la oscuridad quieren que vivas.

jueves, 24 de abril de 2014

Luz de Dios


Es cierto que a veces nos sentimos Infinitamente pequeños, y si bien es verdad que a ojos de la inmensidad de la vida lo somos, para Dios somos grandes. Él cree en nosotros, en nuestra capacidad, en nuestro afán por superarnos, en nuestra búsqueda diaria de un sentido para todo, no solamente de nuestra vida personal, sino como siervos de Él mismo.
Hoy sentí, mirando el cielo, lo que eso significa. Las nubes me hablaron. Visualicé un tigre inmenso con una boca feroz y  gesto desafiante, como si quisiera defenderse de algo o de alguien. Y ese “Algo” era solamente otra nube representando una infinitésima parte de la Luz de Dios. Con sólo ese mínimo resplandor, yo, tú, cualquiera de nosotros, podríamos ser ese animal feroz que se defiende, no se sabe muy bien de qué, con su boca abierta, amenazante, ante tanto resplandor.
 
Intentando comprender, entendí que esa figura somos nosotros, que representa nuestro desafío ante la vida, como si esta necesitara de tales retos. Siempre a la defensiva, siempre expectantes por si algo malo va a ocurrir, pero a la vez tan pequeños que ante una minúscula Luz de Verdad se descompone y enmudece.
Así nos sucede en el día a día. Creemos saberlo todo, poder desafiarlo todo, sentirnos los dueños de todo, sin necesitar nada, sin necesitar a nadie. Y no,  no es así como debemos entender que no hemos de tener miedo, que hemos de ser valientes y afrontar los desafíos. Estos solo se presentan para aprender de cada situación y de nosotros mismos, de nuestras reacciones, de las reacciones de los demás, de los desafíos de la vida, de los éxitos y de los fracasos, de los momentos de alegría y de los momentos de tristeza. La humildad es la que debe estar por encima de todo y, de paso, nos recuerda que la valentía no debe ser soberbia.
Somos lo que somos y debemos amarnos por ello, porque Dios nos ama así, tal cual somos, con nuestras fortalezas y con nuestras debilidades. Pero jamás debemos olvidar de dónde venimos y hacia dónde hemos de regresar. Sabiendo que estamos en manos de Dios. Que él nos da la libertad absoluta, la bendición en todo lo que decidamos hacer, pero que permanentemente mantiene Su mano extendida por si dudamos, por si flaqueamos. Y nos hace saber que somos Sus hijos, que somos a su imagen y semejanza. Y un hijo se refleja en el espejo de su Padre. A veces no es el ideal en esta tierra. Pero hablamos de Dios. Y sólo siendo y ejemplarizando con nuestra vida que somos Sus Hijos conseguiremos cambiar “nuestro pequeño universo” y, poco a poco, el universo entero.
Todos somos sus Hijos y Dios Se complace de vernos crecer, evolucionar, errar, reintentar, caernos y levantarnos, pero más Se complace si en todo ello somos capaces de reconocer Su presencia Divina en Todo y Su mano Salvadora que sostiene cada aliento de nuestro caminar.
Que seamos capaces de amansar nuestra fiera cuando sea necesario para reconocer nuestra “pequeñez” ante la inmensidad de Dios, y utilizar su fuerza en esta Vida terrena, para que nuestro paso deje un mundo mejor.
Que dios nos Bendiga a Todos.
Entrada escrita por Elisenda Julve.
 

jueves, 13 de febrero de 2014

El tiempo sin tiempo


El arte de vivir (IV)
            Hubo un tiempo en el tiempo en el que todos los seres humanos vivían en la Luz. Bien podríamos llamar a ese tiempo “el tiempo sin tiempo”, porque nadie tenía miedo a la muerte, sabían que no existía, sabían que eran eternos, sabrán que eran inmortales, no había por tanto lugar para el miedo al dolor, ni para el miedo a la enfermedad. No existía la mentira, ni el egoísmo, ni la manipulación de un ser por parte de otro, no había esclavitud, ni hambre, ni sufrimiento. Todo era paz, todo era amor, todo era alegría. Existía una total conexión entre todos los seres humanos, por lo que el bien de uno era el bien del otro, era el bien común.
            Sin embargo, con el paso del tiempo comenzaron a hacerse presentes los egos individuales, comenzó la separación, comenzó el dolor, comenzó el sufrimiento y con todo eso, comenzó el miedo, desconectándose cada ser, poco a poco, y cada vez más, de la Luz. Ayudando a todo esto que los ignorantes, los mafiosos, los inútiles, comenzaron a ocupar cada vez más altos cargos políticos, sociales y religiosos, hasta coparlos todos, manipulándolo todo, sirviéndose de la televisión para adormecer a las conciencias, con deportes, programas de entretenimiento basura, insensibilizando a la sociedad con las noticias diarias de guerras, desastres, enfermedades, caos y muertes, generando en las poblaciones deseos inalcanzables con los programas sobre las vidas de los ricos y famosos, utilizando a las religiones para cercenar el crecimiento moral, ético y espiritual, con sus discursos sobre el pecado, el castigo y el subsiguiente miedo.

            ¡Basta ya!, tenemos que hacer que el caos y la confusión dejen de impregnar el mundo. ¡Basta ya!, tenemos que acabar con la dictadura de dolor y de maldad que prevalece sobre el ser humano. ¡Basta ya!, tenemos que acabar con el miedo que paraliza a la mayoría de la gente, acabar con el egoísmo, acabar con el separatismo. ¡Basta ya!, tenemos que volver a imponer el respeto por la vida, el respeto por el planeta, el respeto por el ser humano. ¡Basta ya!, tenemos que acabar con el consumismo y el materialismo. ¡Basta ya!, de iconos de moda que sólo son muñecos de paja. ¡Basta ya!, tenemos que hacer que prevalezca el lado positivo. ¡Basta ya!, de gobernantes inútiles
            Tenemos que volver a ser libres, que no se tache de loco al que quiere salirse del sistema, de este sistema materialista, enfermo y caduco que nos mantiene separados de Dios.

            Es momento de elegir, a los que tenemos la posibilidad de votar por nuestros gobernantes, a los íntegros, a los sabios, a los que aun mantienen cierta conexión con la Luz, a los que sin abandonar el progreso material nos guíen en el progreso espiritual, en el progreso ético, en el progreso moral. Es momento de dejar a un lado la soledad. Es momento de comenzar a caminar hacia Dios.
            Que nuestros primeros pasos sean ver a los demás como si fuéramos nosotros mismos, no desear para nadie lo que no queremos para nosotros, evitando la crítica mental, eliminando las palabras ofensivas, sirviendo y ayudando a todos. Y sobre todo empezando a educar a nuestros pequeños, son nuestros dirigentes del futuro, enseñándoles con nuestro ejemplo, desterrar el miedo de la enseñanza, enseñarles en el Amor, hacia el prójimo, hacia sí mismos, hacia Dios.

            Es posible que haya seres irrecuperables, soy consciente de eso, pero que al menos, ellos también vean nuestras acciones de Amor, al menos algo irán aprendiendo, aunque sea para próximas vidas. Que no nos haga desfallecer su posible rechazo, que seguro va a existir. Son ellos los que necesitan más ayuda, recordar las parábolas de Jesús: “el hijo pródigo”, o “la oveja perdida”.
            La recuperación de la Luz está en manos de los que creemos que existe, de los que creemos que se puede volver a Ella. Recuerda que el cambio de una persona puede afectar al mundo, al menos va a afectar al propio entorno, y así, poco a poco, podemos conseguir reencontrarnos con Dios, utilizando menos generaciones de las que los manipuladores han necesitado para separarnos de Él.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Mensaje para la Tierra (4) Aceptación


………..Continuación
Empieza haciendo lo necesario, continúa haciendo lo posible;
 y de repente estarás haciendo lo imposible.
San Francisco de Asís.
Ahora que hemos pasado por el primer peaje de la Fe, ya somos conscientes de que todo lo que nos ha enseñado la sociedad no nos lleva a ninguna parte, porque todas las enseñanzas recibidas son para el cuerpo, un trabajo mejor, una casa más grande, una pareja con un apellido ilustre y una jugosa cuenta corriente, más dinero, más dinero, más dinero, más poder, más poder, más poder, seguir los cánones de moda y de belleza, y un sinfín de cosas más que ni tan siquiera llenan, aunque sea de manera parcial, nuestra ansia de felicidad. Todo esto, aderezado, en algunas ocasiones, con lo que parece ser una enseñanza o un alivio para el alma, (reunión dominical, según la religión, procesiones, novenas, etc.), enseñanzas engañosas, porque los enseñantes, no predican con el ejemplo, y lo único que buscan, (siempre hay honrosas excepciones), es el mismo poder social y económico que buscan sus feligreses. Con el agravante de que ellos juegan con los sentimientos de las personas, y para conseguir ese poder, no dudan en atemorizar hasta extremos insospechados a sus seguidores.
La conciencia social, políticos, religiosos, los estándares  de salud y de belleza nos dan modelos y normas de cómo deberían ser las cosas, o de cómo deberíamos comportarnos. Tratan de definirnos lo que es bueno, lo que hay que hacer, lo que está bien visto, y lo que no. Y lo único que consiguen, es llenar nuestra conciencia de miedo. Miedo en infinidad de variantes: miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo a Dios, miedo a la pobreza, miedo al miedo. Y esto hace que la persona necesite reafirmarse a si misma constantemente, buscando siempre validación externa, buscando la aprobación del exterior, buscando la aprobación de cualquiera, sea quien sea, que se encuentre a su alrededor. Toda nuestra vida se ha construido, de manera inconsciente sobre ese miedo. Porque vivimos desde la mente. Cuando la mente es nuestro centro, estamos encogidos por el miedo y eso nos hace estar constantemente a la defensiva, siempre nos falta algo, siempre tenemos necesidad de más: Más amor, más dinero, más poder, más aceptación, más atenciones.
La base de nuestros pensamientos y sentimientos es como un agujero negro, un vacio que nunca puede ser llenado, y para aliviar ese miedo, para tratar de llenar ese vacío, nos vamos al exterior y nos aficionamos al poder, al halago, a la admiración. Confiamos en el juicio de otras personas, ¡que poco nos valoramos y queremos!, no confiamos en nosotros, y le damos nuestro poder a cualquiera que pasa por delante de nosotros.
Confiamos en el juicio de otras personas y nos ponemos nerviosos sobre lo que la gente piense de nosotros. Es importante para nosotros porque nuestra autoestima depende de eso y, sin embargo, nuestra estima desciende y desciende, porque hemos entregado nuestro poder a otras personas.
Algo hemos de cambiar. Si ya hemos cambiado la idea de lo que somos, también se ha de comenzar a cambiar la manera de hacer las cosas. Lo que sucede cuando intentamos despegarnos de nuestras creencias, es que nos podemos encontrar con un problema añadido, ya que cuando nos dejamos de identificar con lo que siempre hemos hecho y con lo que nos han enseñado, se genera un estado de confusión, y nos surgen las preguntas del millón, ¿Qué quiero realmente?, ¿Quién soy?, etc., etc.
Y así llegamos a nuestro segundo peaje “ACEPTACIÓN”.  El trabajo de aproximación a la Luz no es más que un trabajo de sanación, que se ha de realizar aceptando. ¿Aceptando qué?: Aceptando lo que somos, aceptando el dolor, aceptando el sufrimiento, aceptando el miedo, aceptando lo que nos parecen limitaciones, aceptando nuestra vida.
Cuando se consigue aceptar la vida y lo que la envuelve, la persona se ablanda,  tolera, perdona y ama.
Se dice muy rápido que hay que aceptar la vida, sin embargo, nuestra conciencia lleva mucho tiempo generando un patrón de conducta que hace difícil cualquier cambio. ¿Qué hay ahora en la conciencia?, ¿Qué es lo que tiene que cambiar?: Tenemos que ser conscientes de que estamos atados a nuestros pensamientos, para permitir que estos cambien y desaparezcan las viejas energías, y así despertar a una conciencia basada en el corazón.
Sólo cuando nos demos cuenta de que el vacio en el que estamos inmersos no puede ser llenado de ninguna manera desde el exterior,  empieza el cambio, empieza la aceptación.
Aceptar significa no juzgar nada, ni nuestro, ni de los otros, ni del interior, ni del exterior, las cosas son como son y no hemos de tener ningún interés en como deberían ser, en como tendrían que ser, en como pensamos nosotros que han de ser.
Hemos de comenzar a vivir desde el corazón, porque el corazón, al contrario que la mente, está interesado en todo lo que es, sólo en lo que es, no en lo que se juzga como bueno o como malo; y si nos abrimos a vivir desde el corazón nos liberamos del juicio de manera inmediata, y aceptamos quienes somos, sin más. No quienes queremos ser, o quien quiere la sociedad que seamos, aceptamos quienes somos.
Toda esta teoría de vivir desde el corazón, y de aceptar, suena muy bien, sin embargo, los miedos, los traumas, los sufrimientos, siguen ahí. Es como si quisiéramos engañar a la mente, y no se trata de engañarla, se trata de limpiarla.
Todos los miedos, todos los traumas, todos los sufrimientos, son experiencias del pasado, y eso es lo que hay que sanar, eso es lo que ha de desaparecer. ¿Cómo?: volviendo al pasado, volviendo a la experiencia, pero de una manera amorosa, es decir, revivir la situación, pero estando centrados en el corazón, no dándole vueltas a la mente. Y así simplemente observando lo que sucede, se crea una especie de separación entre el suceso y la persona, y es esa separación la que hace a la persona dueña de la realidad, pudiendo aceptar el suceso completo, sin volver a enjuiciarlo, ya que la persona comprende desde el corazón, que para todo hay una causa, es una experiencia más para el alma, y no tiene por que quedar grabada en la mente.
Cuando somos capaces de relacionarnos con todos los papeles y todas las escenas que hemos ido interpretando en nuestra vida, quedamos libres para vivir desde el corazón. Es entonces cuando estamos preparados para circular hasta el siguiente peaje, que no será otro que comenzar a trabajar conscientemente nuestras debilidades, nuestros vicios, nuestros malos hábitos.
Continuará………………..