El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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domingo, 9 de octubre de 2022

KUBERA-MUDRA

 KUBERA MUDRA



Kubera es el dios de la riqueza

Cómo se hace:

Con las dos manos unir la yema del pulgar, del dedo medio y del índice, mientras los otros dos dedos permanecen doblados en el centro de la mano.

Sirve para:

Se utiliza para conseguir algo concreto: un lugar para estacionar, un libro, una información, etc.

Duración:

No depende tanto del tiempo como de la intensidad. Tres minutos, dos veces al día, es suficiente.

Formula el deseo u objetivo con claridad, pregunta al corazón para saber si eso es bueno para ti y favorece tu riqueza interior o tu entorno. A continuación, haz el mudra, formula tres veces el deseo y presiona cada vez los dedos

Beneficios:

Ayuda a cumplir los deseos, también de abundancia y prosperidad.

Abre y limpia (mucosidad) los senos frontales.

Otorga paz interior, confianza y serenidad.


lunes, 7 de diciembre de 2015

La Ley de la Atracción desde otra perspectiva (1 de 2)


            Hemos leído tanto y tanto sobre la Ley de la Atracción que cualquiera de nosotros podría dictar un seminario sin temor a hacer el ridículo, y lo haría muy bien. Incluso podríamos dictar esas clases sin que hayamos conseguido ni una sola vez que se cumpla en nosotros de manera consciente la famosa ley, porque la teoría la conocemos a la perfección, y además, tenemos a nuestro favor que en los aspectos negativos estamos consiguiendo que de manera inconsciente se cumpla la ley de manera permanente.

            La Ley de la Atracción tiene dos vertientes, una positiva, atrayendo a nosotros aquello que anhelamos, y otra negativa atrayendo a nosotros justamente aquello que no deseamos.

            Aunque esto no es un tratado sobre la Ley de la Atracción, si que nos conviene recordar como atraemos tan fácilmente lo negativo y como parece que se resiste la consecución de nuestros deseos.


            La Ley de la Atracción se basa en que energías iguales se atraen, y teniendo en cuenta que cada pensamiento, que cada sentimiento, que cada emoción y que cada palabra son energía, solamente tenemos que ser conscientes de que tipo de energía mantenemos en nosotros, para saber que eso es justamente lo que estamos atrayendo.

            Ya sabemos que hay pensamientos negativos, positivos, necesarios, inútiles y elevados; y que los que habitualmente se están expresando son los pensamientos inútiles y los pensamientos negativos. Pues es esa negatividad la que estamos atrayendo de manera permanente. El sufrimiento, la tristeza, el miedo y la enfermedad llegan a nosotros como si fuéramos un imán atrayendo al otro polo, y eso solo es debido al cumplimiento de la Ley de la Atracción. Se cumple siempre, se conozca o no se conozca, como sucede con cualquier otra ley del Universo.

            ¿Por qué no se materializan nuestros deseos tan fácilmente como se materializan las cosas negativas? Por una sencilla razón, mientras los sentimientos y las emociones negativas permanecen en nosotros sin ningún tipo de esfuerzo, conseguir generar una emoción positiva de algo que no tenemos, a partir de un pensamiento, teniendo en cuenta además que la falta de “ese algo” es uno de esos pensamientos negativos que permanecen anclados en nosotros las veinticuatro horas del día, parece complicado, muy complicado. Y realmente lo es, porque hay que olvidar la carencia y sentir la emoción de que la carencia se ha transformado en abundancia.

            Sin embargo, nada es imposible, se puede conseguir y hay personas que realmente lo consiguen. Aquí es donde queremos introducir una nueva perspectiva.

            Para trabajar desde la nueva visión, hemos de tener claro que somos Hijos de Dios y que nuestro paso por la materia sólo tiene como objetivo la vuelta a Dios. Esto es fundamental ya que cualquier otra concepción de la vida y cualquier otro objetivo de vida nos mantendrían en el mismo punto en que se encuentra la humanidad en la actualidad: Conseguir aquello que se desea de cualquier forma y esta no es la visión que queremos ofrecer.

Volvamos a la Ley de la Atracción: Es claro que nos gustaría que se cumpliera la ley en nosotros para conseguir todo aquello que deseamos. Pero eso que deseamos ¿Es lo que necesitamos para cumplir nuestro Plan de Vida?, ¿Eso que deseamos con tanta vehemencia es lo que nos conviene?, ¿Para qué lo necesitamos?, ¿Llegaremos a Dios más fácilmente materializando nuestros deseos?


miércoles, 13 de mayo de 2015

El secreto de la abundancia


Perlas para el alma

 

El verdadero secreto de la abundancia es: Aceptar lo que tienes, aceptarlo con alegría y compartirlo, compartirlo en todas sus formas: Dar, ofrecer, entregar, donar,  regalar, otorgar, ayudar, ceder, obsequiar, proporcionar, aportar, suministrar, proveer, y todo eso sin esperar nada a cambio.


 

viernes, 3 de octubre de 2014

Volver al Paraiso


            La historia que nos cuentan del Paraíso Terrenal no es más que una alegoría de lo que pudo suceder en los primeros compases del ser humano sobre la Tierra. En esa época los habitantes de la Tierra eran guiados, protegidos y proveídos por Dios.
            Eso era debido a la Ley de Precipitación. La Ley de Precipitación es la Gran Ley de la Creación actuando por todo el Universo a cada instante, y se trata de la manifestación de un deseo espiritual o material en el mundo de la forma. Este poder fue utilizado por la humanidad en masa en la Atlántida, en Lemuria y en la civilización en el continente Hiperbóreo. Era la manera original en que a toda la humanidad se le proveía de comida, ropa y de todo lo que eligieran utilizar en su actividad física en este planeta.
Jesús precipitó cuando multiplicó los panes y los peces, cuando convirtió el agua en vino, cuando sacó el pescado con una moneda de oro en la boca, para pagar sus impuestos.
Jesús dijo: "Lo que Yo he hecho, TODOS los hombres harán, y aún obras mayores harán."
¿Por qué no hacemos las mismas obras que Jesús?, ¿Por qué los seres humanos, en la actualidad, no podemos disfrutar de los beneficios de esta Ley? No podemos disfrutar de ella por la sencilla razón de que desperdiciamos, a tontas y a locas, nuestra energía: el miedo, la ira, los pensamientos desbocados, la envidia, la crítica, y muchos sentimientos destructivos más, que lo único que hacen es enfermar el cuerpo emocional, y por ende, a la misma persona.
El derecho a utilizar y disfrutar del Poder de Precipitación es algo que hemos perdido hace miles de años, pero nadie ha dicho que no podamos recuperar ese Poder. Para ello, solo hemos de eliminar cualquier sentido de discordia, de limitación, de carencia. Hemos de recuperar la pureza, el desprendimiento, la armonía, el servicio, el amor divino, la sabiduría y el perfecto equilibrio.
 
Parece difícil, y posiblemente lo sea, pero la Ley de Precipitación está ahí, en el Universo, y está actuando en todo momento para traer bendiciones a la humanidad; y ningún ser humano podrá sacarla del mundo ni detener su acción para aquellos que alcanzan a vivir su divinidad en la Tierra.
No hay razón alguna para que la humanidad experimente privaciones. Los seres humanos no lo sabemos, pero somos nosotros mismos los que atraemos las privaciones a nuestra vida.
Podemos seguir viviendo una vida de carencias y lamentándonos por ello, lo hacemos muy bien, es lo que mejor sabemos hacer, lo cual es normal, ya que son cientos, o miles de vidas haciendo lo mismo. Me atrevería a decir que no es nuestra culpa, nadie nos ha enseñado a vivir de otra manera, Pero se puede vivir de manera distinta. Nunca es tarde, no tenemos prisa, tenemos toda la eternidad para aprender y tantas vidas por delante como consideremos oportuno. Sin embargo, para que seguir sufriendo, si nuestro deseo es vivir una vida de felicidad, una vida sin limitaciones, una vida de amor, está en nuestras manos conseguirlo.
Podemos volver al Paraíso recordando como vivíamos cuando permitíamos que la Ley de Precipitación funcionara para nosotros. Entonces éramos conscientes de nuestra divinidad, y actuábamos en esa conciencia. Empecemos ahora, cada segundo de retraso es un segundo más de dolor y sufrimiento. Empecemos a recordar que somos hijos de Dios, que todos somos lo mismo, que todos estamos embarcados en la misma empresa, que todos caminamos de vuelta de a Dios.
 Sé que solamente parecen palabras, y en palabras se van a quedar si no conseguimos que esas palabras latan a unísono del corazón, que es el punto de partida para entender, para aceptar y para actuar desde nuestra divinidad.
Puedes comenzar de una manera sencilla. Imagina, piensa y siente que cada persona que se cruza en tu camino, eres tú mismo. Cuando critiques piensa como recibes tu las críticas, cuando desprecies a alguien piensa como recibes tu los desprecios, cuando engañas piensa como recibes tu la mentira, cuando maltratas piensa en cómo recibes tu los maltratos, y así en cada pensamiento, en cada palabra, en cada acción de tu vida. Piensa también en Dios, en cuantas veces te ha engañado, te ha maltratado, te ha ofendido. Si Él no lo hace, que tiene todo el poder, porque nosotros, que no somos nada, lo hacemos de manera permanente con nuestros hermanos.
Cada uno de nosotros somos una Chispa de Fuego Divino, todas iguales. Piensa, habla y actúa desde esa divinidad y esa igualdad, y eso te acercará al Paraíso.

 

sábado, 27 de septiembre de 2014

Yo Soy lo que quiero ser (Meditación para el control de uno mismo)


Toda esta entrada es un extracto, ínfimo, del libro “Misterios desvelados”, en el que aparecen reflejadas algunas de las enseñanzas del Maestro Saint Germain:
La Eterna Ley de la Vida es: “LO QUE TÚ PIENSES Y SIENTES LO TRAES A LA FORMA”. Dónde está tu pensamiento, allí estás tú. Lo que tú medites, en ello te convertirás, ya que tú eres tu conciencia.
Cuando uno permite a su mente permanecer en pensamientos de odio, de condenación, de crítica, de lujuria, envidia, celos, temor, dudas o sospechas, y permite que esos pensamientos y sentimientos generen irritación dentro de él, es absolutamente seguro que tendrá discordia, fracaso, desastres en su cuerpo, su mente y su mundo. Mientras él permita que su atención se detenga en tales pensamientos, bien sea respecto a naciones, personas, lugares, condiciones o cosas, estará absorbiendo esas actividades en la substancia de su mente, su cuerpo o sus asuntos. De hecho, estará forzando, impeliéndolas a que entren en su experiencia.
Esto ocurre porque los seres humanos no se aceptan ni se reconocen ellos mismos como lo que son. Templos del Dios Viviente. Tampoco saben que este reconocimiento debe mantenerse eternamente. La Humanidad en su presente y aparente limitación de tiempo, espacio y actividad, está en el caso de la persona que necesita, y si alguien le extiende lo que necesita, y ella no se acerca a recibirlo, ¿Cómo va a gozar del beneficio?
La masa humana está en este grado de conciencia hoy, y continuará en ella hasta que acepte que el Dios que lleva en su corazón es el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en sus vidas y mundos.
Tanto más intenso es el sentimiento dentro del deseo, tanto más rápido se cumplirá.
Sin embargo, si se tiene la temeridad de desear algo que dañe a otro hijo de Dios, o a cualquier parte de Su Creación, ese pagará con discordia y fracaso en alguna experiencia de su vida.
Es muy importante realizar plenamente que la intención de Dios para cada uno de sus hijos es la abundancia de toda cosa buena y perfecta. Él creó la Perfección y revistió o invistió a cada hijo con ese mismo Poder. Todos podemos crear y mantener la Perfección, y expresar Dominio Divino sobre la Tierra y todo lo que ella contiene. La Humanidad fue creada a imagen y semejanza del Padre, y la única razón por la cual no manifiesta su Dominio es porque no usa su autoridad Divina.
La actividad sensorial de la Vida es el punto más abandonado, menos custodiado en la humana conciencia.
La necesidad de controlar y vigilar los sentimientos no puede ser subrayada demasiado, pues el dominio de las emociones juega el papel más importante en la Vida, para mantener el equilibrio mental, salud en el cuerpo, éxito y logros en los asuntos mundanos o del ser personal de cada individuo.
Al principio esta disciplina requiere esfuerzo continuo, porque los pensamientos y sentimientos del 95% de la humanidad andan tan libres e incontrolados como un perrito callejero. Pero no importa cuánto esfuerzo sea necesario traer para estas dos actividades a un control absoluto, vale la pena todo el tiempo, la energía y el esfuerzo, pues no se puede tener ningún dominio permanente de nuestra propia vida y mundo sin ello.
 
Meditación para el control de uno mismo
- El primer paso hacia el control de uno mismo es el de aquietar toda actividad exterior, tanto de la mente como del cuerpo. De quince a veinte minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana antes de comenzar tu día, haciendo el ejercicio siguiente: hace prodigios para todo el que haga el esfuerzo necesario.
- El segundo paso es asegurarte de no ser perturbado y después de haberse tranquilizado y estar muy quietos, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una Luz radiante, blanca. En los primeros cinco minutos mientras se visualiza este cuadro, sentir intensamente la conexión entre el ser exterior y el Magno Dio Interno, enfocando la atención en el corazón y visualizándolo como un Sol Dorado.
- El tercer paso es el reconocimiento: “YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO”. Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo durante unos diez minutos más.
- Ahora cierra la meditación ordenando: “YO SOY HIJO DE LA LUZ, AMO LA LUZ, VIVO EN LA LUZ, SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, PROVISTO Y MANTENIDO POR LA LUZ Y BENDIGO LA LUZ”.
Recuerda siempre que uno se convierte, se transforma en aquello que medita, y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema perfección y el control de todas las cosas.
Si practicas este ejercicio fielmente y lo sientes en cada átomo de tu mente y cuerpo con profunda intensidad, recibirás abundante prueba de la tremenda Actividad, Poder y Perfección que existe y está siempre activa en la Luz. Cuando hayas experimentado esto, aunque no sea sino por un corto tiempo, no necesitarás pruebas adicionales. Te conviertes en tu propia prueba. “LA LUZ ES EL REINO. ENTRA EN EL Y ESTARÁS EN PAZ”. Regresa a la casa del Padre. Después de diez días de hacer este ejercicio, es bueno hacerlo tres veces diarias: Mañana, tarde y noche.
A menudo oigo la queja: “Ay, yo no puedo dedicar todo ese tiempo”. Para aquellos que sean de esa opinión, deseo decirles: El tiempo que gasta la persona corriente en criticar, condenar y culpar a los demás por ser diferentes, si fuera dedicado al uso y reconocimiento de la Luz, les sería manifestado el Cielo en la Tierra. Para el individuo que se atreve a comprobarlo y tiene suficiente determinación para continuarlo, nada le es imposible. La Luz jamás falla.
La condición desafortunada en la conciencia humana, que mantiene a los individuos en sus limitaciones autoimpuestas, es la actitud de la mente que, o teme, ridiculiza lo que no comprende, o lo que es peor, en su ignorancia dice: “ESO ES UN IMPOSIBLE”.
Una cosa puede no ser probable bajo ciertas condiciones; pero el Ser Divino Interior, que es la Gran Luz, puede cambiar todas las condiciones humanas, de manera que nada le es imposible.
Todo ser humano posee la Divina Llama de la Vida dentro de él, y ese Ser, Dios, tiene dominio donde quiera que se mueva el Universo. Si el hombre por su inercia mental no hace el esfuerzo suficiente para reorganizar sus antiquísimos hábitos de mente y cuerpo, continuará atado por las cadenas que él mismo se forjó. Pero si él decide conocer al Dios Interior y tiene la osadía de darle a ese Ser Divino el control de sus actividades exteriores, recibirá de nuevo el conocimiento de su dominio sobre todas las substancias, lo cual le pertenece desde el principio.
La Ley de la Reencarnación es la actividad del crecimiento humano que le concede al individuo la oportunidad de restablecer un equilibrio condicional que él mismo, conscientemente desajustó.
Esto es sólo unas de las actividades de la Ley de Compensación, la Ley de Causa y Efecto, o lo que se puede llamar el proceso balanceador automático que gobierna todas las fuerzas del Universo, en todas partes. La comprensión correcta de esta Ley da la explicación de muchas condiciones en la experiencia humana, que sin ella parecen totalmente injustas. Es la única explicación lógica de la infinidad de complejidades y experiencias humanas que revelan la operación y la Ley sobre la cual descansa toda manifestación. Esto hace comprender que no existe lo que llaman “casualidad o accidente”. Todo tiene una causa interior, y todo es la causa de un efecto futuro en el mismo instante que se efectúa la causa. Si un hombre ha dañado a una mujer en una vida, es seguro que reencarnará en forma femenina y pasará por la experiencia similar, hasta que sufra aquello que le hizo soportar a otro. Lo mismo ocurre a toda mujer que lastime o dañe a un hombre. Esta es la única forma en que cada uno se obliga a experimentar tanto la causa como el efecto de todo lo que genera el mundo.
El individuo puede experimentar y crear lo que se le antoje en su propio mundo, pero si a él se le antoja hacer aquello que le haga a otros experimentar discordia, él se obliga a experimentar la misma condición hasta que comprenda lo que es el efecto de su propia creación sobre la vida ajena en el Universo.
 

miércoles, 29 de enero de 2014

¿Donde ha quedado la compasión?


            Buscando información sobre las masacres realizadas en Siria, (donde en casi tres años de guerra han muerto 115.000 personas, de los que 11.000 eran niños, y donde seis millones de personas han tenido que huir de sus hogares), he ido un poco más allá, mirando cifras globales:
  • 100.000 personas mueren de hambre al día.
  • Cada 5 segundos un niño menor de 10 años muere por falta de alimento.
  • Más de 1.000 millones de personas viven actualmente en la pobreza extrema (menos de un dólar al día); el 70% son mujeres. El 23% en la Europa desarrollada.
  • Más de 1.800 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable.
  • 840 millones de personas malnutridas, de los que 200 millones son niños menores de 5 años.
  • 2.000 millones de personas padecen anemia por falta de hierro.
  • 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud.
  • 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales.
  • En la actualidad hay 22 países en guerra, en los que 26 millones de sus ciudadanos han tenido que refugiarse fuera de sus hogares.
Es posible que seamos capaces de leer estas cifras sin que se nos encoja el corazón hasta secarse. Detén un momento la lectura y observa la foto:


             Sólo es una, pero son 200 millones los niños que como este están pasando hambre en el mundo.
Y mientras tanto, las personas que podían arreglarlo, los dirigentes políticos, miran para otro lado, enriqueciéndose y favoreciendo a sus familiares, amigos y comparsas. Pero la culpa no la tienen ellos, la tenemos todos, sobre todo los que vivimos en países democráticos, que dejándonos engañar por canticos de sirenas, les votamos una y otra vez. A veces, cambian el collar, pero siguen siendo los mismos. Incluso en vez de unir, separan. Llevan muy bien a la práctica la frase de divide y vencerás.
La política, por definición, es una rama de la “moral”, que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva.
Es una pena, es seguro que los políticos que gobiernan el mundo no saben cuál es la definición de su oficio. Si lo supieran, y fueran consecuentes con su oficio, no habría fotos como las anteriores.
¿Dónde se ha quedado la compasión?, ¿Te acuerdas de ese sentimiento humano que se manifiesta a partir del sufrimiento de otro ser? La sociedad ha conseguido que seamos insensibles. Ya no sólo no nos conmueven esas grandes cifras, sino tampoco las pequeñas: la persona que se suicida porque el banco la ha arrebatado su casa, las familias que se quedan en la calle, sin ayuda, porque un incendio ha destruido sus viviendas, las familias en las que ningún miembro trabaja y no entra en casa ningún sueldo, etc., etc.
Y ¿Qué podemos hacer los pobres mortales de a pie, si los que tienen que hacerlo, y podrían hacerlo, son insensibles y desprecian a sus conciudadanos? Podemos hacer mucho:
En primer lugar, los que vivimos en países democráticos, podemos no regalar nuestro voto a los que mienten, a los corruptos, a los que dividen, a los que prevalican, a los que van privando de derechos a sus conciudadanos, y a tantos y a tantos arribistas que no saben cuál es la definición de su trabajo y nos desprecian a todos olímpicamente.
Y en segundo lugar ayudar, la compasión va normalmente combinada con un deseo de aliviar o reducir el sufrimiento del otro. ¿Ya das el 10% de tu sueldo como diezmo para ayudar a los que nada tienen?, ¿Ya dedicas el 10% de tu tiempo libre en servicio?
La compasión no es decir “pobre gente”, es tratar de aliviar ese sufrimiento. En tus manos está que se alivie en algo el sufrimiento de tantos y tantos millones de personas.

sábado, 4 de febrero de 2012

Riqueza y pobreza

              Estos días atrás, durante la celebración del  Día de La Paz en todo el mundo,  vinieron a mi multitud de reflexiones y pensamientos que se confrontaban con la realidad que tengo más cercana.

Por un lado pensaba en lo poco que sabemos de cómo nos manipulan, a través del dinero, los que gobiernan el mundo y en los intereses pocos lícitos que provocan las guerras.  Y me preguntaba si realmente las personas tenemos un espíritu de destrucción contra todo y contra todos, empezando por nosotros mismos. Y definitivamente estoy convencida que no es así.  Aunque las circunstancias no justifiquen los hechos, ahora que veo tan de cerca la pobreza, el hambre, la miseria, la soledad, el desconocimiento, aunque no se justifique, creo poder comprenderlo.
No hay más guerra que la que empieza a librar el ser humano desde que nace para su supervivencia. Pero claro, no para todos es igual. Los hay que solo tienen que competir para ver si pueden tener todas las cosas materiales que pueden necesitar y, a menudo, aunque nunca queden satisfechos, estas están más que cubiertas desde que venimos al mundo.
Otros, sin embargo, empiezan una lucha en la que pronto se reconocen diferentes, porque ni siquiera tienen el afecto y el Amor que necesitan para desarrollarse plenamente, ni tampoco las necesidades básicas de alimento y cobijo. Ante esta situación sólo les queda resignarse y, a la vez,  rebelarse y emprender una carrera contra todos los que tienen al lado, ya que esos son potenciales “enemigos”, donde los zapatos o el trozo de pan duro del vecino pueden ser motivo de lucha despiadada. Lo vemos constantemente. Delincuentes jóvenes tratados como criminales, niños que nos parecen maleducados, madres que se suponen desnaturalizadas por no cuidar de sus hijos como es debido, padres irresponsables porque su única opción es la bebida  y así, uno tras otro, les juzgamos como ignorantes o desgraciados, en el mejor de los casos.
Yo me pregunto si hemos reflexionado lo suficiente y nos hemos replanteado algunas cuestiones: ¿Cómo somos capaces de juzgar a esas madres, a las que nunca nadie les ha hablado de anticoncepción o de sus derechos como mujeres y que en la mayoría de casos han sido violadas por miembros de su propia familia? O, a ese padre que bebe,  ¿Somos conscientes de que le criaron como se cría a una oveja? O a ese niño que nadie le ha llevado a la escuela y que aprende solo del ejemplo, de lo que ve en la calle, que es donde pasa la mayor parte del tiempo. Y los padres de todos ellos, y los padres de sus padres, ¿Acaso tuvieron mejores oportunidades?, ¿Acaso alguien se acercó a tenderles una mano cuando tenían hambre, frío o estaban enfermos?  Pues es precisamente ahí  donde empiezan los conflictos que, poco a poco, se hacen grandes y se extienden como un reguero de pólvora.
Personalmente, recuerdo una infancia feliz, muy feliz, rodeada de Amor en mi amada y humilde familia. Y éramos felices, muy felices, por el hecho de estar juntos y compartir lo que teníamos. A veces más, a veces menos. Pero también recuerdo que si en algún momento había alguna situación de más tensión era por no poder llegar a final de mes. Por tener que arreglar la nevera en el momento menos oportuno, porque necesitábamos unos zapatos nuevos y faltaban quince días para terminar el mes.  Por tanto, subyacente a todo ello estaba el dinero, el poder cubrir mínimamente las necesidades de alimento, vestido y cobijo. Afortunadamente, de alguna manera u otra, siempre tiramos adelante y no nos faltó ese mínimo, no sin dificultades. Pero no todos logran salir adelante.
Reflexionemos: ¿Cómo podemos juzgar al que nada tiene?, ¿Cómo  pretendemos que se extienda la paz entre personas a las que permanentemente la vida les violenta,  por no poder dar de comer a sus hijos, por querer trabajar y no poder, por estar enfermos y no poder ser atendido sin previo pago?, ¿Cómo pretendemos transmitir paz al que tenemos al lado cuando nuestra lucha es por un coche, o una casa mejor, o poder ir de vacaciones? ¡La desigualdad es tan grande!, el abismo es tan inmenso que difícilmente podremos sentirnos verdaderamente como iguales, aunque estemos en la primera fila de una manifestación por la Paz.
La verdadera Paz  empieza en el  interior y esta puede sentirse cuando no tenemos que estar en permanente lucha por sobrevivir, cuando nuestro estomago está lleno, cuando nos abrazan cálidamente y sabemos que no estamos solos, cuando se nos permite ejercer nuestro derecho de ocupar nuestro espacio en el mundo.
Sí, a menudo creemos que los que nada tienen son felices en su pobreza. ¡No tienen más remedio! Pero no nos equivoquemos, esto no supone que su felicidad también pase por dar a sus hijos un plato de comida al día, un techo donde cobijarse y poder llevarlos a la escuela.  Y esta paz  crece y nos hace crecer y evolucionar  cuando verdaderamente somos agradecidos por lo que tenemos y compartimos una parte con aquellos que realmente están desposeídos de todo.
Es a través de nuestros gestos, que van sumando esperanza, cuando la riqueza se expande, y la pobreza, el hambre y la miseria dejan de ser la utopía que todos quisiéramos erradicar.
Cuando aparte de pensar y/o creer que  la paz en el mundo es posible, trabajemos verdaderamente para ello, a través de la ayuda, la compasión  y el servicio a los demás, esta se derramará sobre todos nosotros sin hacer ningún esfuerzo.
Entrada publicada por Elisenda Julve.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad

            “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”… No sé si todas las personas que viven en paz e inmersos en su serenidad, tienen buena voluntad; pero sí sé que los que tienen “auténtica buena voluntad” viven en paz, con una paz interior duradera.

¿Qué es la buena voluntad? La buena voluntad es la energía que sustenta las “correctas relaciones humanas”, la buena voluntad es la expresión más simple del verdadero amor, la buena voluntad es “el primer intento” del ser humano para expresar su amor.
Podemos despegarnos de la espiritualidad y escuchar lo que dicen grandes pensadores: Según Kant, la voluntad buena es la condición indispensable que nos hace dignos de ser felices; pero no la felicidad entendida como el logro de todo lo deseado, como una satisfacción de las pasiones y los deseos, porque eso es imposible de obtener para los seres humanos en las condiciones tan contradictorias de sus afectos, que no de su amor. Contradictorias, porque lo que denominamos amor, es una mezcla muy grande de pensamiento y muy pequeña de energía del corazón.
Para Kant la felicidad no es otra cosa que la búsqueda de hacerse digno de ser feliz, y es un hecho que lo único objetivamente bueno es una buena voluntad. La inteligencia, el valor, la riqueza y todo lo que solemos considerar valioso dejan de tener valor y se vuelven incluso cosas perniciosas, si van acompañados de una voluntad torcida.
¿Puedes imaginarte como sería el mundo si la mayoría de seres humanos se dedicaran a hacer el bien a otros y dejaran de ocuparse de sus propias metas egoístas? Sería un mundo lleno de paz, sin hambre, equitativo.
Pero no estamos preparados para eso, pasar de nuestras creencias actuales, en las que prima la satisfacción de nuestros deseos, el acaparamiento, la crítica feroz y destructiva, la rabia, y la envidia, e iniciar una nueva vida, una vida basada en la buena voluntad, la buena voluntad entrenada, ingeniosa, creadora y práctica, es difícil, porque no estamos ni preparados, ni entrenados, y posiblemente ni llegamos a entender que se pueda vivir de otra manera que no sea satisfacer cada deseo que aparece en nosotros.
La buena voluntad es una cosa muy simple, sólo hay que desear para los seres humanos, para todos, no sólo para los más allegados, lo mismo que deseas para ti; y tratarlos de la misma manera que te gustaría ser tratado; y darles lo que a ti te gustaría recibir. Es tan sencillo, que las mentes no están todavía capacitadas para poder valorar su poder. E incluso los que intelectualmente llegan a entenderlo, son incapaces de ponerlo en práctica.
La buena voluntad es hoy un sueño, y no deja de ser una teoría. Pero cuando esa teoría se lleve a la práctica se derribarán todas las barreras de la separación y de la incomprensión humana.
Quien practica sinceramente la buena voluntad en el hogar, puede cambiar totalmente las actitudes familiares. Cuando la buena voluntad sea practicada verdaderamente entre los grupos de cualquier na­ción, entre los partidos políticos, entre sectores religiosos y entre las naciones, podrá revolucionar al mundo.
Es cierto que existen en el mundo personas de buena voluntad, sin embargo, los embarga el temor, o un sentimiento de futilidad porque comprenden que el trabajo a realizar es de tal magnitud, que sus insignificantes esfuerzos aislados son totalmente inútiles, para derribar las barreras del odio y de la separación existentes en todas partes. Se sienten impotentes por su aislamiento, por su soledad, por la incomprensión, por la fuerza que tiene la forma de pensamiento de inutilidad que les inunda.
Y, sin embargo, la acción de esas personas de buena voluntad, unidos, tendrían más fácil la sensibilización del mundo y conseguirían estabilizar la situación económica del planeta y conseguir para todos sus habitantes una condición en que haya lo justo y suficiente para todos; conseguirían conducir a los seres humanos, a espaldas de los grupos religiosos, o puede que trabajando con ellos, a manifestar su divinidad. ¡Se conseguirían tantas cosas!
Tú que lees esto, y que posiblemente seas un inconformista, y que pienses que el mundo está mal repartido, y que incluso ya colabores apadrinando un niño, y que te rebeles ante algunas injusticias, y puede ser que hasta te manifiestes; estas un poco más cerca de la “buena voluntad”, pero no es suficiente. No es suficiente mientras haya una sola persona pasando hambre en el mundo, mientras haya un solo niño abandonado, mientras haya personas enfermas sin acceso a la sanidad. Ante esto, de nada valen las palabras, ni las manifestaciones, ni la indignación. Ante esto sólo cabe la acción, la acción de ayuda.
Posiblemente pienses que ya estás haciendo todo lo que humanamente puedes. No lo creas, ¡Puedes más!, si no puedes colaborar económicamente, (que seguro que si), puedes hacer proselitismo para que nadie a tu alrededor se quede insensible ante las desigualdades.
Ya no valen solo las palabras, ya no vale solo la indignación, ya no valen solo las manifestaciones. Hay que pasar a la acción, hay que ayudar, no dando sólo lo que nos sobra, eso lo puede hacer cualquier, no tiene merito, hay que dar más. Hay que dar, incluso, parte de eso que guardamos para el día de mañana. “Mañana” puede ser que ya no vivamos, y “hoy” hay hermanos nuestros que pasan hambre.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Al mundo le pido.........

            ¿Sabes qué espera el mundo de ti?, ¿Qué esperas tú del mundo?

Aunque es posible que una pregunta, así planteada, sobre el mundo, te parezca demasiado amplia. No lo creas, no lo es. Porque ¿Cuál es tu mundo? En principio puede ser todo el mundo,  pero es muy posible, que alguien que vive en las antípodas, de entrada, no esté esperando en concreto nada de ti, pero  si puede ser que esté esperando algo inconcreto.
Centremos, entonces, más la pregunta, ¿Sabes que espera TÚ mundo de ti? y ¿Qué esperas tú de TU mundo?
Tu mundo, ya es algo más concreto, es tu entorno, es tu familia, son tus amigos, tus compañeros de trabajo, tus vecinos; tu mundo es también donde te desenvuelves, es toda la gente que se mueve a tú alrededor, conocidos o desconocidos. Ese es tu mundo. ¿Cierto?
Contéstate ahora a la segunda pregunta: ¿Qué esperas tú de tu mundo? Se honesto/a, a fin de cuentas, sólo tú vas a saber la respuesta. Seguramente esperas lo contrario de eso que es motivo de tus quejas: que no te hacen, que no te dicen, que no cuentan contigo, que te engañan, que te dejan solo/a, que ganas poco, que no reconocen tus méritos, que no te aman lo suficiente, que no te respetan, etc., etc.
Si no son estas tus respuestas, es posible que sean muy parecidas. Pero sea lo que sea que tú esperes del mundo, es lo mismo que tu mundo también espera de ti. Y no solamente tu mundo, sino también el mundo entero espera eso de ti.  
¿Ya sabes cómo funcionamos?, ¿Ya sabes cómo funciona la energía? Energías del mismo tipo se atraen, así que todo eso de lo que te estás lamentando, todo eso que consideras carencias en tu vida, solamente son el reflejo de lo que tú entregas al mundo. El Universo siempre te devuelve, lo que tú le estás enviando. ¿Quieres amor?, ama; ¿Quieres respeto?, respeta; ¿Quieres dinero?, se generoso/a; ¿Quieres no ser juzgado/a?, no juzgues.
Alguien tiene que empezar a invertir el giro de la rueda, desde el desamor al amor, desde la crítica al respeto, desde la guerra a la paz, desde la desigualdad a la tolerancia. ¿Por qué no empiezas tú? Empieza a amar, a respetar, a repartir tu diezmo, a no juzgar, empieza a comportarte con el mundo como quieres que el mundo se comporte contigo, y verás como tu vida cambia.
No te importen los comentarios y las críticas. ¡Las tendrás! Porque hay personas tan inmaduras, tan pequeñitas, con una energía tan putrefacta como sus pensamientos, que no van a alcanzar a ver, ni a sentir, la grandeza de tu cambio ni de tu crecimiento.
No des marcha atrás, sólo aléjate de esas personas, su energía contamina y no es bueno para ti. Recuerda que no estás aquí, en la Tierra, para satisfacer a nadie, ni a los que te alaban, ni a los que te critican, estás aquí, para realizar, precisamente, ese cambio, para tu madurez, para vivir desde el alma, para amar, para respetar, para ayudar. Estás aquí para satisfacer a Dios, porque eres un/a hijo/a de Dios, no un/a hijo/a de los hombres.
Y ten en cuenta, que Dios no tiene portavoces. Los únicos portavoces de Dios son tu corazón y tu alma. Los que se autoproclaman portavoces de Dios, dirigentes religiosos y políticos, que creen estar en posesión de la verdad absoluta, sólo  pretenden manipular y programar tu mente, para que acates su verdad, que es la que tiene al mundo es este estado de guerras, de hambre, de miedo, de corrupción y de desigualdad.
Así que a partir de este momento, escucha a tu alma, escucha a tu corazón, y no pidas nunca nada, sólo da, y te será devuelto con generosidad.

viernes, 5 de agosto de 2011

Abundancia y prosperidad

            Es cierto que buscamos la iluminación, pero la tenemos que encontrar en el mundo material en que vivimos. Y aunque para encontrarla, es necesario prescindir de los deseos, de cualquier deseo, resulta difícil no desear, por ejemplo dinero, cuando llegar a final de mes es casi un calvario.

O sea, que por un lado necesitamos estabilidad económica para conseguir la estabilidad emocional, imprescindible para avanzar en nuestro sendero espiritual, y por otro hemos de eliminar cualquier tipo de deseo, como puede ser el de conseguir una estabilidad económica.
¿Qué hacer entonces? Porque, además, nadie ha dicho que un ser evolucionado espiritualmente tenga que vivir en la miseria, nadie ha dicho que el dinero y la espiritualidad sean incompatibles.
En todas las religiones, incluida la católica, en todas las filosofías, en todas las enseñanzas, se habla de la Ley del Karma, directa o indirectamente:

“Es dando que se recibe”
“Es necesario sembrar para recoger”
Por lo tanto, si queremos recoger dinero, es necesario realizar en primer lugar una buena siembra. Esa siembra es el diezmo.
 El diezmo es una ley espiritual tan efectiva como lo son las leyes naturales. En su sentido literal es donar la décima parte de todos los frutos adquiridos.
El diezmo es una práctica de la antigüedad, practicada tanto entre los babilonios, persas, griegos y romanos, como entre los hebreos. También es ley en la actualidad entre los musulmanes, judíos y muchos grupos cristianos.
“Si quieres recibir antes tienes que dar”. Se trataría de dar entre el 10% y el 20% de los ingresos netos a organizaciones de caridad o proyectos espirituales.
En realidad no sólo se trata de diezmar, es todo un compendio de acciones a realizar para llamar la abundancia a tu vida. Te detallo algunas:
Normalmente cuando se tiene necesidad de dinero, los pensamientos negativos son los que más abundan en la mente. Se han de eliminar esos pensamientos y se han de evitar las palabras en contra de la prosperidad y el éxito.
·         No decir cosas parecidas a “No tengo dinero”
·         En su lugar decir:
·    No tengo presupuesto.
·   No estoy interesado.
·   Lo pensaré.
·         Recuerda que lo que se dice tiende a materializarse.
·         Se han de realizar acciones positivas acorde con el dinero:
·         Ser generosos.
·         Compartir.
Realizar el diezmo, de manera secreta, sin hacer ostentación, no menos del 10% de los ingresos netos, y a continuación decretar: DECRETO que el buen Karma generado por este diezmo, vuelva a mí y a mi familia, muchas, muchas veces, en temas espirituales, material y financieramente, para neutralizar mi Karma negativo. Con humildad, con gratitud, con amor y con fe.
Además de esto, no se debe generar Karma negativo. No se puede dar con una mano y robar con la otra. Para no generar Karma negativo:
·         No robar.
·         Pagar las deudas a su debido tiempo.
·         Evitar hacer ostentación de la riqueza: No despreciar a los pobres y evitar el orgullo.
·         Evitar la envidia:
o   No hablar de alguien sobre el dinero que tiene o como lo ha conseguido.
o   Bendecir a los ricos.
·         Evitar las injurias.
·         Ser generosos.
Aún hay una cosa más, enseñada por Jesús, en relación con el diezmo: Dar ya no el 10% sino darse del todo por amor, sin contar el costo.
¡Bendito/a seas en la abundancia y en la prosperidad!  

sábado, 30 de julio de 2011

Fundación Elial

            Permitirme que en la entrada de hoy haga un poco de propaganda de la Fundación Elial, que es como hacer publicidad de la ilusión por erradicar la pobreza, la tristeza, el abandono, el maltrato y el sufrimiento.

            Algunos creemos que es posible generar un gramo de ilusión y de esperanza en el domicilio de los más desfavorecidos, algunos creemos que es posible llenar de alegría el corazón de los niños abandonados, algunos creemos que es posible devolver la fe en los seres humanos a las mujeres maltratadas, algunos sabemos que en la miseria también está Dios, y no podemos quedarnos sentados en el sofá de casa, delante de la tele, comentando las miserias humanas que nos enseñan en los telediarios, sin hacer nada más que eso, comentarlas, e incluso, algunas veces preguntar: “¿Cómo permitirá Dios eso?”....... Amigos........, lo está permitiendo para tú, que te conmueves ante tanta desgracia, des un paso adelante e intentes ponerle fin.
            Si, ya sé lo que puedes pensar: ”¿Qué voy a hacer yo sólo/a frente al mundo?.......... Puedes hacerlo todo, porque no estás solo/a, somos muchos. Si todos los que podemos ayudáramos, conseguiríamos erradicar la miseria.   Y ¡si podemos!, haciendo voluntariado, colaborando con ONG’s, fundaciones, asociaciones; apadrinando niños, etc., etc.
            Ninguno de nosotros, que ¡si podemos ayudar!, deberíamos quedarnos de brazos cruzados comentando lo mal que está el mundo, sin hacer nada para cambiarlo. Y nuestra actuación ha de manifestarse en todas las áreas que nuestras posibilidades nos permitan, sociales, económicas y de implicación personal.
            Desde la Fundación Elial, gracias a la colaboración de gente magnífica, (todavía muy poca), que no se queda insensible ante tanta desgracia, ya estamos actuando en problemas urgentes de falta de medios económicos para sanidad y alimentación. Pero queremos llegar más lejos, y para eso necesitamos, también, de tu colaboración, colaboración que puedes realizar de diferentes maneras. En la web de la Fundación seguro que vas a encontrar la fórmula que más se adecue a tus posibilidades, haciéndote socio/a activo, apadrinando niños, colaborando económicamente de manera esporádica, etc.
            Además de las aportaciones, nuestra fuente de financiación pasa, también, por la realización de todo aquello que sabemos hacer: clases para niños, clases de yoga, meditaciones, cursos, terapias, conferencias, etc.
            Puedes entrar en la web www.fundacionelial.es donde encontrarás toda la información que puedas necesitar, después descarga el formulario de socio, rellénalo y envíalo al e-mail de la Fundación. Estamos esperándote.
            Disculpa, que hoy en vez de dar, pida. Gracias por tu atención.

jueves, 21 de julio de 2011

Otro mundo es posible

            Creo que se puede cambiar el mundo, y estoy trabajando para ello. Parece pedante, ¿verdad? Y es pedante visto desde una mentalidad que difiera con la mía, visto desde una mentalidad de egoísmo, desde  una mentalidad en la que toda la vida gire en torno a la consecución de deseos terrenales, desde una mentalidad que divide,  desde una mentalidad en la que predomina el “yo” sobre los “otros”, desde una mentalidad que discrimina por la raza, por el sexo, por la religión, desde una mentalidad de poder terrenal, desde una mentalidad de sufrimiento, desde una mentalidad de apego material o emocional. Pero no es pedantería visto desde mis creencias.

Creo firmemente que otro mundo es posible, un mundo donde reine el amor y la alegría, un mundo donde la explotación deje paso a la hermandad, un mundo donde se tienda la mano sin mirar si la otra es de distinto color, sin mirar si está sucia o está limpia, si es de católico o musulmán, si es de rico o es de pobre, si es la derecha o la izquierda; un mundo en el que se sustituyan las armas por la palabra, un mundo en el que se trabaje para llevar agua en el desierto y no buscarla en los desiertos de Marte, un mundo en el que todos los niños jueguen, y rían, y sean felices, un mundo de igualdad, un mundo de servicio, un mundo de ayuda.
¿Utopía?, no hay mejor realidad que una buena utopía. Y puede hacerse posible, ¿cómo?
Primero, creerlo: No se puede conseguir nada que no se cree. ¡Todos somos creadores!, ¡el pensamiento crea la realidad! Olvidar el “pobre de mí”, olvidar el “no puedo”, olvidar que “no valgo”, olvidar que “no sirve de nada”, y cambiarlo por SI PUEDO, SI VALGO, PUEDO HACERLO y LO HAGO.
Segundo, cambia tú: Recuerda que el mejor aprendizaje es el ejemplo, enseña con tu ejemplo. Empieza a ver a todos como tus hermanos, reparte amor, reparte bocadillos, no pasa nada porque no vayas de vacaciones este año. Permíteme un secreto: cuanto más das, más tienes, no te falta nada, el Universo cuida de los generosos, ¡puedo dar fe! No discrimines, no juzgues nada, tu misión en este mundo no es de juez; ayuda a todos sin distinción.
Tercero, vive una vida interior plena: Si tienes que enseñar a todos con tu ejemplo, ¿Cómo vas a enseñarles a ser felices si vives en sufrimiento?, ¿Cómo vas a dar amor si en tu corazón reside el resentimiento?, ¿Cómo les vas a enseñar a confiar si vives una vida de miedo y desconfianza? Y todo eso, ya está en ti, en tu interior. Busca todo eso en el silencio de tu meditación.
¡No tengas miedo! El mundo te está esperando, ¡te necesitamos!
El mundo que te espera ya está en proceso de cambio: En las dictaduras el pueblo se amotina, en las seudo-democracias dependientes del dinero, el pueblo se manifiesta en las plazas; en los países corruptos empiezan a levantarse voces de denuncia, está saliendo a la luz el fariseísmo de las religiones. El mundo está en proceso de cambio, y vamos a acelerar ese cambio entre todos los que ya tenemos una visión distinta, entre todos los que estamos dedicando nuestra vida a los demás, entre todos los que renunciando a una vida de paseo, paseamos para detectar necesidades; entre todos los que cambiamos la búsqueda del amor por la entrega de amor a manos llenas; entre todos los que sacrificamos una tarde de cine, por actuar en la película de la vida; entre todos los que nos emociona la risa de un niño, o lloramos con la amargura de la pobreza.
¿Aun crees que es pedantería?, ¡Te estamos esperando!