El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 2 de agosto de 2014

Reflexiones sobre el camino hacia la Verdad


Dice el Maestro en el mensaje anterior: “El camino hacia la Verdad Divina es el mismo camino que hay desde el hombre hacia su corazón”. Pero, ¿Cuántos seres humanos han realizado ese camino?, ¿Cuántos lo están caminando?, ¿Cuántos han llegado al corazón? No parece observando el mundo que sean muchos los que lo hagan.
Por lo tanto, si no son muchos los que han recorrido ese camino, o que lo estén recorriendo, quiere decir que no son muchos los seres humanos que realmente conozcan la Verdad Divina, que no son muchos los que viven el Amor, que no son muchos los que ven a los demás como si fueran ellos mismos.
Y ¿Dónde buscamos entonces la Verdad?, porque lo que sí está claro es que los seres humanos buscamos, con más o menos acierto, la unidad con lo Divino, buscamos la paz, buscamos el amor, buscamos la Verdad.
La mayoría de las personas buscan la Verdad en las múltiples, variadas y variopintas religiones. Sin embargo, no parece que la encuentren, porque cada religión vende su verdad, y ninguna de esas verdades, es claro que no puede ser la Verdad. La Verdad es una, es clara, sin matices, sin distorsiones, sin calificar nada como bueno o como malo, porque la Verdad Es.
Las personas que se han dado cuenta de que con la religión no van a llegar a ningún punto en concreto, ni van a conocer prácticamente nada, buscan en otros lugares, como son libros, cursos o filosofías. Y aunque son tantos, tan variados y tan variopintos como las religiones, si parece que algunos se acercan algo más. Al menos hablan de viajar desde la mente al corazón.
 
Lo difícil es llegar al corazón. No conocemos muy bien el camino, ya que acostumbrados a vivir en la mente, solo conocemos lo que ella nos presenta, que en la inmensa mayoría de las personas es el miedo. Por lo tanto hemos de realizar el viaje a nuestro interior a través de lo conocido, a través del miedo. Cuando hacemos eso, el miedo empieza a desaparecer, de la misma manera que desaparece la oscuridad cuando accionamos el interruptor de la luz. Si cuando hay oscuridad no luchamos contra ella y lo único que hacemos es dar la luz, con el miedo hemos de hacer lo mismo, no luchar contra él, sino solamente activar el amor.
Amor significa aceptación. Aceptación de uno mismo tal cual es, aceptación de los demás tal como son, sin juzgar nada. La vida, las personas, los acontecimientos, son como son y no hemos de tener ningún interés en como deberían ser, en como tendrían que ser, o en como pensamos nosotros que han de ser.
Así nos acercaremos al corazón, ya que el instrumento del amor es el corazón, y el corazón está interesado en todo lo que es, solo en lo que es, no en lo que se juzga como bueno o como malo. Si nos abrimos a vivir desde el corazón, comenzaremos a entender y a vivir la Verdad, comenzando a aceptarnos a nosotros y a los demás tal como somos, sin más.
La Verdad es muy simple. Somos seres divinos, todos somos lo mismo, todos somos hermanos.

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