El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




miércoles, 2 de julio de 2014

Buscar lo inexistente en lugares equivocados


            Los seres humanos somos especialistas en buscar cosas que no existen, o mejor, que no se pueden ver ni tocar, y además solemos hacerlo en los lugares equivocados. Podríamos pensar que somos majaderos, pero a lo peor no lo somos, porque es algo que hacemos todos los seres humanos, y tantas personas no podemos estar equivocadas, ¿O sí?
            Y, ¿Qué es eso inexistente que los seres humanos buscamos con tanto ahínco en los lugares equivocados?, pues yo diría que casi todo, pero básicamente el amor y la felicidad, así como todo tipo de emociones, sentimientos o energías, es decir todo aquello que no es material, por citar algunas más: alegría, paz, serenidad, conocimiento. Por lo tanto, si no es material, no se ve, y en la sociedad de hoy, “lo que no se ve, no existe”.
            Y es precisamente, todo esto que no se ve, todo esto que no es material, lo que buscamos, ¿Dónde?, en el mundo de la materia. Es decir, el lugar equivocado.
 
            Las emociones, las energías y los sentimientos, no son cosas externas, no son materiales, no se ven. Son cosas del espíritu, y el espíritu, para encontrarlo, para encontrar lo que hay en él y para conectar con él, se ha de viajar hacia el interior de uno mismo. Por lo tanto si realmente queremos encontrar cosas como el amor, la felicidad, la alegría, la paz, etc., etc., no podemos buscarlas fuera de nosotros mismos, porque es el lugar equivocado, y si alguien cree que lo ha encontrado fuera de sí, se engaña, solo es un sucedáneo con caducidad en el tiempo, mientras que si realmente se encuentra donde debe de ser, en uno mismo, se va a encontrar con algo auténtico que va a permanecer en el tiempo, que va a permanecer por los siglos de los siglos.
            Deja de vivir hacia fuera, deja de vivir hacia el exterior. No busques fama, no busques poder, no busques reconocimiento, porque es tan efímero como un suspiro. No busque posesiones, no busques nada material, a excepción de lo necesario para poder vivir, porque esas pertenencias no son equipaje que tu alma, que es la que está realizando los viajes de un lado al otro de la vida, se va a llevar. Sólo se va a llevar las pertenencias que hayas encontrado en tu espíritu.
 

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